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En su primera aparición pública desde el pasado 27 de noviembre, Woods en una exposición realizada en el club de campo TPC Sawgrass Club House de Ponte Vedra Beach, Florida, sede de la PGA, dijo que "estoy arrepentido por mi conducta egoísta e irresponsable. Pido también perdón a mi esposa Elin y a mis hijos, a mis seguidores y amigos por el escándalo que se desencadenó por mi alegadas relaciones extramaritales".

"Tuve muchos affaires, le fui infiel a mi mujer y soy el único responsable en la situación. Sé que mis acciones fueron equivocadas, y nunca pensé a quién iba a lastimar con esto. Me comporté como un tonto", indicó. Admitió que lo suyo "no fue un caso de violencia doméstica. Le hice vivir un infierno a mi mujer. Soy el único culpable".

El golfista no entró en detalles sobre la conducta impropia que se detalló como infidelidades con varias mujeres, y además, se rumoreó el uso de sustancias para mejorar el rendimiento.

Woods dijo que él y su esposa, la sueca Elin Nordegen, están en el proceso de trabajar sus problemas maritales. "Ella y yo empezaremos el proceso de bregar con mi conducta. Continuaré en terapia para enderezar mi conducta y utilizaré mi fe budista para mejorar como ser humano", comentó.

Y agregó que "Realicé un tratamiento para curarme de mi adicción al sexo. Es difícil admitir que necesito ayuda, pero realmente la necesito. Estuve internado tratándome mi problema. Mañana volveré a mi terapia".

Solicitó, además, que le permitieran a su familia privacidad para trabajar con los problemas que están enfrentando desde hace tres meses, cuando se desencadenó la ola de situaciones.

Con relación a su regreso a la actividad, respondió: "Voy a volver a jugar al golf, no sé cuándo va a ser, quizá este mismo año, pero lo decidiré más adelante. Cuando regrese trataré de ser más respetuoso de todo, inclusive del juego".

"Sé que defraudé personal y profesionalmente a los que trabajaron para mí, los sponsors, a mi familia, a mi fundación y, fundamentalmente, a los jóvenes estudiantes que se desempeñan allí", enfatizó.

Cuando terminó su alocución, Woods se abrazó fuertemente con su madre Lutilda, quien estuvo observando todo desde la primera fila.

En lugar de acudir a un programa de televisión para romper el hielo, Woods habló frente a una sola cámara en la sala, cuyas imágenes fueron televisadas vía satélite y con la presencia de muy pocos periodistas que fueron seleccionados por la gente que maneja la carrera del estadounidense.