"Para mí lo importante es lograr unión: entre jóvenes y mayores, entre este y oeste, entre alemanes e inmigrantes, empleadores, empleados y desempleados y entre las personas con o sin discapacidades", sostuvo Wulff. Asimismo, reiteró la necesidad que desde la política se hagan mayores esfuerzos por lograr la integración de todos los habitantes de Alemania.

El nuevo presidente federal alemán inauguró su discurso con un agradecimiento a su antecesor sobre todo por la política desarrollada frente a África: "Gracias a usted, hoy muchos nos damos cuenta de lo ligado que está el destino de Europa al de nuestro continente vecino", remarcó Wulff.

Además, agradeció a los candidatos que compitieron con él por la presidencia del país, el independiente Joachim Gauck y la periodista de izquierda Luc Jochimssen por la "confrontación electoral" a la que calificó de "noble y limpia" y "útil" para fortalecer la democracia.

Wulff mostró un gesto especialmente conciliador a Gauck en torno a su lucha por los derechos civiles en la extinta República Democrática Alemana (RDA) y le pidió que, como había hecho en su campaña, siguiera hablando de su experiencia bajo la dictadura, lo que, según el presidente, ayuda mucho a quienes también la sufrieron.

"Siga hablando de su biografía, con ello hace usted un aporte importante a la conciencia del país y ayuda mucho a quienes también tuvieron que vivir bajo el régimen de la RDA", indicó Wulff.

La integración de los extranjeros fue otro de los puntos fuertes del discurso del flamante funcionario: "¿Cuándo llegaremos a una situación en la que, independientemente del origen y la situación financiera, todos los niños tengan las mismas posibilidades de formación?", se preguntó Wulff. En ese sentido, expresó su deseo de que llegue el momento en el que todos los niños que crezcan en el país hablen perfectamente el alemán.

No obstante, señaló que para llegar a ese punto se necesita que "pensemos menos en lo que nos separa y más en lo que nos une" y habló, de cara a la numerosa población musulmana que vive en Alemania, de la tradición común de las religiones monoteístas.

Wulff también defendió el trabajo de los partidos políticos, con frecuencia blanco de críticas en Alemania, y elogió los logros del actual gobierno y del anterior en la lucha contra los efectos de la crisis económica. "El sistema de partidos es a veces mucho mejor que su reputación", opinó.