Martes, 10 de agosto de 2010 | Hoy
20:13 › CHILE
El auxilio de los 33 obreros enterrados debajo de la montaña en el desierto de Atacama volvió a fracasar, luego de que se descubriera una desviación de 13 metros en la última perforación. El fin de semana un derrumbe obligó a interrumpir las tareas de rescate cuando los socorristas se hallaban a menos de 100 metros del socavón donde se refugiaron los operarios.
El ministro de Minería, Laurence Golborne, explicó que el error de cálculos imposibilita hallar a los operarios, encerrados en el mineral desde el jueves. "La situación es muy compleja, la mina sigue con derrumbes porque tiene una falla geológica", agregó en medio de la crisis el presidente de Chile, Sebastián Piñera.
Las operaciones de rescate, que podrían tardar varios días, fueron observadas por un millar de amigos y familiares de los operarios, en medio de misas y procesiones en la entrada de la mina. La jornada, en la que también hubo oficios religiosos en La Moneda, estuvo marcada por la celebración de San Lorenzo, el patrono de los mineros en Chile, país productor de cobre, litio y plata.
Hasta ahora, sin embargo, nadie garantiza que el rescate logre concluir o salvar a los trabajadores, enterrados bajo toneladas de roca desde el jueves, a unos 600 metros de profundidad.
El oficialismo y la oposición exigieron a los dueños del yacimiento mantener los sueldos de los mineros y apoyar a sus familias, independientemente del desenlace, que muchos presumen mortal.
El gobierno, en tanto, anunció que no autorizará la reapertura de la mina hasta que cumpla con todos los requerimientos de seguridad y propuso un aumento de la fiscalización de seguridad minera.
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