"Cuando la Presidenta fomenta esto, está generando un futuro de piqueteros y yo no quiero piqueteros en las escuelas, quiero ingenieros, quiero arquitectos, pintores, poetas. Yo no quiero piqueteros que salgan de las escuelas. A la Argentina del piquete no le fue bien", subrayó el funcionario.

Según su visión, "cerrar una escuela no puede ser una forma de conflicto, tenemos que trabajar los adultos para mostrar cómo se sale de un conflicto".

En declaraciones radiales, el ministro de Educación afirmó que hay 102 obras en estos momentos en las escuelas porteñas, y que "hay escuelas tomadas con obreros adentro".

Señaló que "muchas tomas tienen ver con el bullicio que se está armando con la marcha del jueves, que va a ser una especie de pico" y sostuvo que "estamos trabajando muy fuertemente para que después de eso las escuelas vuelvan a la normalidad, más allá de que algunos pocos más duros, más relacionados con una partidización del conflicto, sigan".

En ese sentido, Bullrich manifestó su confianza en la paulatina vuelta a la normalidad en las escuelas porteñas, al destacar que "ya hay varios colegios que están con protestas, pero con clases".

Asimismo, en sintonía con declaraciones del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, a su regreso de Europa, Bullrich ratificó que si surgen "denuncias de casos de vandalismo" en alguna de las escuelas tomadas en la Ciudad, "claramente va a tener que haber sanciones" por parte de los consejos de convivencia.

El ministro se manifestó convencido de que la advertencia de que los alumnos deberán cumplir con los 180 días de clases "ha sido un incentivo a volver" al aula. "Porque si se seguía estirando la protesta, estaban perdiendo muchos días en diciembre y podrían llegar a perderse más en febrero", señaló.