"Estamos a dos horas de iniciar el rescate", dijo el ministro de Minería, Laurence Golborne a las 20, cuando explicó que "aun hay movimientos por definir". De todos modos manifestó que mantiene la esperanza de traer a la superficie al menos a "un minero antes de la medianoche". Las campanas que se encuentran en la plaza de la Constitución, frente al palacio presidencial La Moneda, en Santiago de Chile, serán repicadas cuando Avalos abandone la cápsula, según anunció el presidente, Sebastián Piñera.

El mandatario, presente en el lugar desde poco después de las 17, dijo que "hemos cumplido con el compromiso de no rendirnos jamás" ante lo que empezó como una tragedia y finalizará como una "verdadera bendición". Un grupo de 16 hombres especialmente entrenados para soportar el encierro esperan la orden para iniciar el rescate, aunque solo cuatro descenderán al yacimiento, tal como confirmó Baldo Procurica, de la comisión de Minería de Atacama.

El grupo está formado por médicos, marinos (de submarinos), bomberos y mineros. "Diez de ellos son de la división "Teniente" de la Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco), que trabaja en la mina subterránea más grande del mundo, con un túnel de 600 kilómetros en la ciudad de Rancahua, VI Región chilena", precisó Procurica. Los demás pertenecen a la división "Andina" de la misma firma, con asiento en la ciudad de Los Andes, en la V Región, al sur de Chile.

Sin embargo, ya se anunció que el boliviano Carlos Mamani será el cuarto minero en ser rescatado, que será recibido por el presidente de su país, Evo Morales. El inédito plan de rescate, que se conoce como "San Lorenzo" en honor al patrono de los mineros, marca un hito en la historia de la minería mundial, según calificó el presidente del directorio de Codelco, Gerardo Jofré. "Esta es una operación histórica. Nunca en el mundo había habido una operación de rescate tan profundo y tan difícil como éste", señaló.

Para el operativo se siguieron varios pasos. El primero fue la preparación de los mineros, quienes comenzaron un ayuno que fue precedido de una dieta especial para asegurar una circulación sanguínea que evite mareos, cambios de presión y desmayos. La cápsula Fénix que los volverá a "parir" cuenta con una máscara de oxígeno, auriculares y un micrófono para mantener contacto constante con la superficie. Mientras, y durante el ascenso, el equipo médico mide sus signos vitales mediante un cinturón biométrico usado por las Fuerzas Armadas.

Tras la salida a la superficie, Avalos -como los otros 32 trabajadores- será sometido a una primera evaluación médica, para evaluar su estado de salud. En el caso de tener un problema grave será trasladado de emergencia al Hospital Regional de Copiapó. Si no hay urgencias, los mineros pasan de la primera evaluación hacia el hospital de campaña o de estabilización, donde podrán compartir algunos minutos con un familiar, que no será televisado.

Luego serán trasladados al Hospital Regional de Copiapó, donde hay dos pisos reservados para la atención de los trabajadores, que permanecerán en el lugar 48 horas bajo observación, con visitas restringidas. A partir de entonces podrán decidir su nuevo presente.