El conservador Berlusconi, en el poder desde 2008, se encuentra enfrentado con su ex aliado Gianfranco Fini, quien cuenta con suficientes diputados leales como para derribar al gobierno en una votación sobre su continuidad.

Fini exigió ya la renuncia de Berlusconi, y ayer cumplió con su amenaza de retirar del Ejecutivo a los ministros que le responden. Fini es además presidente de la Cámara de Diputados, y por eso estará en la reunión con el presidente Giorgio Napolitano y el presidente del Senado, que será por la tarde.

Napolitano aclaró en los últimos días que no quiere acelerar ni frenar la crisis política de la mayoría, pero que considera que ésta no debe plantearse en el Parlamento antes de fines de diciembre, cuando sea aprobada la ley de presupuesto.

Fuentes cercanas al presidente, sin embargo, recordaron que Napolitano dispone de amplia autonomía para escoger entre las soluciones institucionales que se le presentan: confiar un mandato exploratorio a un posible primer ministro o convocar a elecciones para renovar una o ambas cámaras del Parlamento.