El jefe de la policía de Roma dijo que el hallazgo de un tercer paquete sospechoso hallado en la embajada de Ucrania resultó ser una falsa alarma, desmintiendo informaciones de la agencia ANSA de que el envoltorio contenía una bomba.

El comisario en jefe Franceso Tagliente habló con la prensa a su llegada a la embajada de Chile, donde una bomba explotó poco después de las 15 (las 11 en Argentina) e hirió a un empleado de la delegación que abrió el paquete donde estaba el explosivo. Tres horas antes, otro paquete bomba explotó en la embajada de Suiza e hirió también al empleado que lo abrió, informó la policía.

El herido fue llevado de urgencia a un hospital con una herida muy grave en su mano, pero que no hacía peligrar su vida, según dijo el embajador de Suiza, Bernardino Regazzoni.

Nadie reivindicó los ataques en Roma, pero tienen similitud con el envío de 14 cartas bombas a embajadas en Atenas -incluyendo la de Suiza- y a gobernantes europeos ocurridos hace dos meses y atribuido a grupos anarquistas de Grecia.

El canciller italiano Franco Frattini condenó el ataque a la embajada suiza, antes del estallido de la segunda bomba. "Somos plenamente solidarios con el embajador suizo y con todo el personal de esa representación diplomática, objeto de un deplorable acto de violencia que merece nuestra más firme condena", aseguró Frattini.

El embajador de Chile en Roma, Oscar Godoy, afirmó que el funcionario herido por una carta bomba "no tiene ningún peligro de su vida" y "está en buenas condiciones". "La explosión le produjo heridas pequeñas en la cara y en el vientre. Lo más grave que tiene es la herida en la mano con que abrió la carta", agregó.