"A nadie le quepa la menor duda que 2011 será el fin de la persecución política, mi retorno y de la consolidación de nuestro proyecto de refundación de Honduras junto al Frente Nacional de Resistencia Popular, y todas las fuerzas que lo integran", sentenció Zelaya.

"Hoy podemos decir con certeza que Honduras requiere para mejorar su economía y por ende las condiciones de vida del pueblo, de un plan de reconstrucción democrática para contrarrestar los incalculables alcances del daño causado por tal crisis política", subrayó el mandatario depuesto.

El ex presidente aseguró que el gobierno de Porfirio Lobo se sometió a los "designios del Fondo Monetario Internacional" para endeudar más a Honduras, y "bajo una óptica neoliberal que favorece a las minorías opulentas, y agrava las condiciones de supervivencia de las mayorías empobrecidas", resaltó.

Zelaya recordó que a mediados de 2010 la asamblea general de la Organización de Estados Americanos (OEA) determinó nombrar una comisión de alto nivel para dar seguimiento al caso de Honduras, "la que presentó un informe que establece condiciones mínimas que debe cumplir el régimen para que su reincorporación a este foro continental sea considerada".

"Hasta la fecha no cumplen con dichos requisitos, a pesar de que han gastado grandes recursos y tiempo en la elaboración de tramas jurídicas, para enmascarar su falta de voluntad por solucionar estos entuertos políticos y jurídicos", agregó.

Indicó que mientras en Honduras "continúe la impunidad, el aumento de los asesinatos políticos y la persecución contra los campesinos y los periodistas, así como contra muchos miembros de la resistencia, no recuperaremos la estabilidad democrática para la inversión".