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En el texto de la declaración ante esos organismos de crédito internacionales, Argentina propuso a "repensar" el rol de las calificadoras a través de "políticas concretas que tiendan a reducir la dependencia de sus opiniones y reforzar una supervisión" sobre ellas

Tras el canje de deuda, argumentó, "la Argentina ofreció signos claros de su capacidad y compromiso para repagar sus deudas, pero también estamos enviando señales positivas a los mercados en orden de evadir la excesiva dependencia en las opiniones de las calificadoras de riesgo".

Por otra parte, el documento expresó "su profunda preocupación sobre la volatilidad de precios de los commodities", como gran exportador en el mundo y llamó a resolver el problema de las materias primas desde dos puntos de vista.

Por un lado, "existe una necesidad de lidiar con los ciclos productivos de los commodities", y en consecuencia "tener acceso a herramientas innovativas para mitigar los riesgos". En segundo lugar, en materia de Seguridad Alimentaria, el gobierno argentino consideró que el mundo está mostrando un crecimiento en el consumo alentado por una demanda sostenida en economías emergentes.

Estos hechos, añade el texto, deberían ser vistos desde el punto de vista de la oferta, por lo que "se necesita la cooperación y coordinación internacional de políticas orientadas a aumentar dicha oferta". Esto es, “no solo focalizarse en tener asistencia técnica y financiera para los países vulnerables, sino crear las condiciones de mercado para habilitar el desarrollo de la agricultura en los países productores", sostuvo.

Los argumentos fueron un tiro por elevación al FMI y su reporte de perspectivas económicas (el WEO) presentado el lunes último, que presentó como capítulo aparte el 'recalentamiento' de algunas economías, entre las que puntualizan a Brasil y la Argentina.

"En particular (Argentina) disminuyó su desempleo desde 25 por ciento desde lo peor de la crisis 2001 y 2002 a un 7,2 en el 2010, y no consideraron esto un signo de sobrecalentamiento", reclamó la delegación.

En otro orden y sobre temas de deuda pública, el Gobierno remarcó las trabas y "las amenazas legales" que imponen los fondos buitre, "ante la falta de una estructura legal internacional para la reestructuración de deudas soberanas", para resolver estos conflictos.