Hosni Mubarak, que dimitió el 11 de febrero tras 18 días de protestas en todo el país, afronta cargos por corrupción y por los ataques del régimen a los manifestantes. Fue oficialmente detenido durante 15 días el 13 de abril, días después de las manifestaciones masivas en El Cairo y Alejandría para demandar su enjuiciamiento.

A sus 82 años sigue confinado en un hospital en el balneario de Sharm el Sheij, en la costa del mar Rojo, tras sufrir un ataque cardíaco durante una primera ronda de interrogatorios a comienzos de este mes.

Sus hijos Gamal y Alaa también fueron detenidos el mes pasado y se encuentran en la prisión de Tora, en El Cairo, enfrentando los mismos cargos. Mubarak, que gobernó durante 30 años, negó todos los cargos en su contra.