Zapatero anunció que mañana su gobierno aprobará las "medidas necesarias" para la reconstrucción de Lorca, donde los daños causados por el terremoto son "considerables". La consejera de Sanidad de Murcia, María Angeles Palacios, por su parte, informó que la cifra de muertos ascendió a 9 y que en el Hospital Virgen de la Arrixaca fueron atendidas 293 personas con heridas de diferente consideración. Al mismo tiempo, el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció que se habilitarán 3500 camas en las bases militares cercanas a la región afectada por los terremotos para que "todo aquel que necesite dormir fuera de su casa tenga un sitio decente para pasar la noche".

Entre los fallecidos, todos ellos españoles, hay un niño de 14 años y dos embarazadas, una de ellas de 22 años. Mañana los príncipes Felipe y Letizia presidirán el funeral por las víctimas en el recinto ferial de Santa Quiteria, en las afueras de Lorca. A la desolación, el dolor y la destrucción causados por el peor terremoto que España haya vivido en 55 años hoy se sumaron las críticas por el mal estado de muchos edificios, que al parecer no estaban adaptados al elevado riesgo sísmico existente en la región.

"El terremoto ha causado más daños de los que corresponden a uno de magnitud 5,2", manifestó el presidente del Colegio de Geólogos, Luis Suárez, quien enfatizó que desde 2002 está en vigor una normativa sismorresistente para construcciones en zonas de riesgo y que los ayuntamientos son los principales garantes de que ésta se cumpla. Los expertos indicaron que el devastador efecto del terremoto se debió también a que el hipocentro estaba localizado muy cerca de la superficie y el epicentro a solo unos kilómetros de Lorca.

El Colegio de Geólogos además consideró "inconcebible" que en Lorca se hayan tenido que evacuar incluso los hospitales, pese a que se trata de infraestructuras que tendrían que estar "perfectamente" aseguradas en una zona sísmica. Debido a estos desalojos, los 1200 militares, policías y voluntarios que trabajan sobre el terreno tuvieron que levantar varios hospitales de campaña, además de carpas para los miles de damnificados que pasaron la noche al raso, asustados por la treintena de réplicas que siguieron al temblor.

Por su parte, el jefe del gobierno regional de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, pidió que los municipios afectados por el sismo sean declarados zona de catástrofe, para así agilizar las ayudas que puedan recibir. El alcalde de Lorca, Francisco Jódar, prometió a su vez que los afectados no tendrán que pasar otra noche en la calle. "Descarto por completo que la gente vuelva a pasar frío durmiendo al raso. De ninguna manera. La alojaremos en hoteles, albergues y campamentos con tiendas", indicó.

El municipio murciano, que decretó tres días de luto, ya fue afectado por otros dos terremotos, el 28 de agosto de 1674 y el 20 de diciembre de 1818, ya que se encuentra en una de las zonas de mayor riesgo sísmico de España. Debido a sus fatales consecuencias, el de ayer fue el terremoto más grave en España en 55 años. En 1956, 12 personas murieron y más de 70 resultaron heridas en un sismo en la provincia de Granada, en el sur del país.