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Tras declararse inocente, el juez del caso en la corte suprema neoyorquina donde se le seguirá el proceso fijó para el 18 de julio la próxima vista. Después de la rápida comparecencia, que duró apenas unos minutos, Strauss-Kahn y su mujer salieron de la corte sonriendo y abordaron de inmediato un coche sin realizar declaraciones.

El caso ha generado nuevamente una gran expectación y revuelo mediáticos. Desde primera hora de la mañana se congregaban ante el tribunal distrital en Manhattan decenas de periodistas para cubrir un caso que ha sacudido el mundo de las finanzas y de la política francesa, ya que se esperaba que Strauss-Kahn se convirtiera en el candidato presidencial de los socialistas galos.

El ex director gerente del FMI está acusado de haber tratado de forzar a mantener con él sexo oral a una camarera de origen guineano en el hotel de lujo de Nueva York donde se alojaba el 14 de mayo. Fue detenido ese mismo día cuando ya se encontraba en el avión que lo iba a llevar a Europa, donde tenía varias citas con altos dignatarios.

Strauss-Kahn, de 62 años, dimitió de su puesto al frente del FMI el 18 de mayo, por medio de una carta en la que reiteró su rechazo a las graves acusaciones que pesan en su contra y que podrían llevarlo más de 20 años a la cárcel. "Niego con la mayor firmeza posible todas las acusaciones en mi contra", sostuvo en su misiva Strauss-Kahn.

En otra carta dirigida al personal del FMI días más tarde, ya lograda su libertad condicional a cambio de una millonaria fianza y estrictas medidas de vigilancia, el francés volvió a rechazar las acusaciones en lo que calificó de "pesadilla personal", aunque manifestó su "confianza" en que durante el juicio "la verdad surgirá" y él resultará finalmente "exonerado". Según medios estadounidenses, sus abogados tratarán de demostrar durante el juicio que las relaciones sexuales fueron consentidas.