El documento del foro, en el que participaron mediadores internacionales como el dirigente del Sinn Féin, Gerry Adams, y el ex primer ministro irlandés, Bertie Ahem, quien fue el encargado de leer la resolución, solicita a ambos Ejecutivos que den la "bienvenida" y "acepten" iniciar "conversaciones para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto", que la declaración no detalla, pero que es una fórmula con la que habitualmente se alude a cuestiones como la situación de los presos de ETA y el desarme de la organización terrorista.

Los firmantes explican por qué formado parte en este tipo de foro y cuál fue su experiencia en conflictos internacionales, exigen el cese definitivo de la actividad armada y piden, además, a los Gobiernos afectados por la violencia de ETA que empiecen y acepten un diálogo hacia el final de la banda terrorista.

El texto llama también a los partidos a un diálogo sobre cuestiones políticas y aspectos como "el respeto y la consulta a la ciudadanía" y propone crear un comité internacional que seguir el estado de sus cinco recomendaciones.

A nivel local, si bien no participó el gobierno central y regional, sí lo hizo la rama vasca del partido socialista, el PSE-EE, que inicialmente había mostrado sus reticencias, con la presencia de su líder, Jesús Eguiguren, y el alcalde de Ermua, Carlos Torika. No obstante, la conferencia fue rechazada por el conservador Partido Popular (PP) y UPyD (Unión Progreso y Democracia) y las asociaciones de víctimas de la violencia etarra.