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La huella del crimen

La hermana de Gastón Bustamante, el niño asesinado en Miramar, complicó a su novio, Julián Ramón, único acusado por el crimen, al contradecir su coartada e indicar que Ramón no tuvo contacto con el televisor de la casa el día anterior al homicidio, por lo que las huellas dactilares encontradas en el aparato por las pericias indicarían que estuvo en el lugar el día del asesinato.

En su primera declaración ante el fiscal de Miramar Rodolfo Moure, Ramón había dicho que jamás había tocado el aparato en los días posteriores al crimen, pero cuando declaró como acusado cambió la versión. La coartada se cayó cuando Rocío Bustamente declaró hoy que no vio a su novio mover el televisor de 14 pulgadas en el que fueron halladas sus huellas dactilares.

Por ese motivo, Moure citó a declarar a la hermana y a los padres de Gastón, quienes estaban en la noche del cumpleaños de Gastón, un día antes del asesinato, al notar el cambio en la declaración de Ramón.

Ahora el fiscal se tomará los 28 días para resolver el estado procesal del imputado, a quien le realizarán pericias psicológicas y psiquiátricas. Gastón Bustamante fue asfixiado con una media y golpeado en el cráneo el 21 de noviembre.

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