A pesar de la ruptura que se produjo en Bruselas, Sarkozy aseguró que "otra Europa está naciendo" y apuntó que en los próximos 15 días se desarrollarán los detalles jurídicos del nuevo tratado intergubernamental. "Hay que ver que una nueva Europa está naciendo: una de la zona euro, donde las palabras maestras serán la convergencia de las economías, de la normativa presupuestaria, de la fiscalidad", resumió.

El mandatario francés consideró que con la puesta en marcha del pacto sellado el pasado fin de semana "se trabajará de forma conjunta en las reformas que permitirán a todos nuestros países ser más competitivos, sin renunciar a nuestro modelo social".

Según Sarkozy, el acuerdo responde a las dimensiones de la crisis europea con la creación de una auténtica gobernanza económica. "Si las economías de la zona no convergen, no podrán conservar una misma moneda a largo plazo", apuntó.

Respecto de quienes le reprochan el eje franco-alemán, el presidente galo desafió con una estrategia alternativa: "¿Estar solos? ¿Quién puede pensar que, en solitario, Francia habría hecho avanzar mejor sus ideas?".

Por otra parte, reconoció que está preocupado por una posible pérdida de la máxima calificación crediticia AAA, pero que toma las cosas con calma. "Si las agencias calificadoras de riesgo nos rebajan, vamos a mantener la cabeza fría", dijo Sarkozy.