Luego de confirmar que las paritarias se podrán negociar libremente, la Presidenta afirmó que "el aumento del 17,62 por ciento en los haberes jubilatorios se compone del aporte de los recursos tributarios y los de seguridad social, cuya fórmula demuestra el círculo virtuoso del mercado interno para el crecimiento con igualdad social de todos los argentinos".

Durante su discurso recordó que el 10 de diciembre de 2007 había sostenido que no sería "gendarme de las utilidadesd de las empresas ni rehén de las internas sindicales" y afirmó que ejercerá las responsabilidades políticas como Presidenta de todos los argentinos. Asimismo, desafió a "los que piensen diferente a integrarse a un partido político, postularse para un cargo lectivo y en caso de ser elegido, hacer sus propias propuestas en materias salarial e impositiva."

Al hacer referencia a la pauta salarial, CFK aseguró que la misma "siempre fue acordada entre empresarios y gremios libremente" y advirtió que "este gobierno no le va a poner techo a las negociaciones salariales". "Que sepan los empresarios y trabajadores que van a poder negociar libremente sus salarios, pero de acuerdo a la rentabilidad de cada sector", explicó.

En ese sentido, Cristina anunció que instruirá a la ministra de Industria, Débora Giorgi, y al viceministro de Economía, Axel Kicillof, para conformar una comisión que monitoreará los distintos sectores económicos para "tener los números de crecimiento a mano cuando se empantanen las negociaciones salariales". "Llegó acá también la sintonía fina, esto de la redistribución del ingreso tiene que ser serio y debemos mantener este círculo vIrtuoso", sostuvo la jefa de Estado.

Sobre el final de su discurso, la Presidenta aseguró que "no tenemos que tener miedo a los cambios, siempre y cuando tengamos la regla de oro de no tocar a los más vulnerables, porque de esa manera nos ha ido bien". "Quiero representar el interés de los 40 millones de argentinos con competitividad e inclusión social", concluyó.