Pese a que el Vaticano subrayó el carácter únicamente pastoral de la visita, el propio Joseph Ratzinger despertó hace unos días expectativas con declaraciones políticas sobre la necesidad de buscar "modelos" alternativos al marxismo en Cuba. "Hoy estamos en una época en la que la ideología marxista (...) ya no responde a la realidad", indicó el papa en el avión que lo llevaba a México, donde ayer finalizó su visita.

Frente a esas expectativas, Castro subrayó en sus palabras de bienvenida que "la potencia más poderosa que ha conocido la historia ha intentado despojarnos, infructuosamente, del derecho a la libertad, a la paz y a la justicia", en referencia al bloqueo sostenido durante 50 años por los Estados Unidos, y aseguró: "Sin razones a Cuba se la calumnia, pero nosotros confiamos en que la verdad, de la que jamás nos apartamos, siempre se abre paso".

Además, el mandatario cubano subrayó el valor del pueblo cubano que "ha hecho tenaz resistencia, sabiendo que ejercemos también un derecho legítimo cuando seguimos nuestro propio camino".

Con esas palabras, Raúl parecía responder a los dichos de Ratzinger, quien en su viaje de Roma a Guanajuato, México, había profundizado en sus diferencias con el marxismo al indicar que "es necesario encontrar nuevos modelos, con paciencia y de forma constructiva".

El modelo político de la isla ya había sido defendido el mismo viernes por el ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez. "El pueblo cubano tiene hondas convicciones, desarrolladas a lo largo de toda nuestra historia", explicó Rodríguez.

Tras su llegada, Benedicto celebrará una misa al aire libre en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo de la ciudad, ubicada a 900 kilómetros de La Habana. Luego se dirigirá al santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, a unos 20 kilómetros de Santiago, donde pasará la noche.

Mientras que mañana Benedicto viajará a La Habana, donde tendrá lugar la ceremonia oficial de recibimiento por parte de Raúl Castro. Antes de dejar la isla el miércoles por la tarde, el pontífice celebrará ese día por la mañana el acto el acto central de su visita, una segunda misa a cielo abierto en la Plaza de la Revolución de La Habana.