La suspensión contra Bunge Argentina S.A. (de origen holandés) había sido tomada por el organismo recaudador cuando los inspectores descubrieron que hace seis años atrás la multinacional valuó sus operaciones de exportación a precio pactado con el intermediario internacional -ubicado en Uruguay- en lugar de utilizar el valor de cotización en el mercado del día de la carga de la mercadería en Argentina.

"Al realizar esas maniobras -siempre según la versión de la AFIP publicada en el sitio oficial del gobierno nacional-, no se cumplió con las disposiciones contenidas en la Ley de Impuesto a las Ganancias."

Luego de constatar las sospechas de evasión, "y a fin de resguardar parte de la acreencia fiscal, la Justicia Federal autorizó el embargo preventivo y la inhibición general de bienes por un monto de 250 millones de pesos”, explicó el organismo que dirige Ricardo Echegaray para aclarar por qué suspendió a Bunge del registro de operaciones granarias.

La exclusión del Registro “acarrea fuertes impactos financieros que implican la retención total del IVA y del Impuesto a las Ganancias en cada operación de venta”, lo cual produce además una “fuerte limitante en el otorgamiento de Cartas de Porte”, necesarias para el transporte terrestre del cereal.