Durante los primeros minutos del partido, Argentina se posicionó dentro del campo ecuatoriano, que se mantuvo a la espera mientras el seleccionado local mostraba sus distintas estrategias ofensivas presionando intensamente.

A los 19 minutos del comienzo del partido el “Kun" Agüero convirtió el primer gol. Pocos minutos después el “Pipita” Higuaín anotó el segundo, y teniendo en cuenta la formación elegida por Alejandro Sabella, en “el tridente ofensivo” no podía faltar el gol de quien hasta ahora, sin duda, viene siendo la estrella del partido: Messi.

Después de los goles, el equipo visitante intentó acercarse en el marcador, pero no logró más que algunas llegadas al arco celeste y blanco. Ya en los primeros minutos del segundo tiempo, no hubo muchos sobresaltos. Argentina dominó el partido y Ecuador logro más llegadas al arco contrario, aunque con sus jugadores un tanto nerviosos e imprecisos.

A los 10 minutos del complemento, el árbitro peruano Víctor Rivera se "comió" un penal a favor de Argentina cometido contra el "Kun" Agüero, y como si fuera poco lo amonestó con una tarjeta amarilla por simular, lo que significa que el delantero no participará del próximo encuentro.

Luego, Argentina perdió el ritmo que llevaba. Al minuto 22, dos jugadas en el arco ecuatoriano le pusieron de nuevo movimiento, y los jugadores locales volvieron al ataque. A los 30, Di María sorprendió y, casi de volea, anotó el cuarto gol. La Selección local empezó a disfrutar, la gente se levantó en las tribunas y empezó a cantar dando por descontado el triunfo a pesar de que al encuentro todavía le quedaban 15 minutos.

Ecuador insistió con los ataques. La vitoria alegró a los argentinos, cada vez que Messi tomaba la pelota,los espectadores parecían caerse de las plateas. “Hay que saltar/ hay que saltar/ el que no salta/ no va al mundial”, cantó la tribuna embravecida por el juego que, aunque con mayor intensidad en el primer tiempo, demostró el equipo de Sabella.

“Me gustó el partido -comento Agostina Rigoni, una madariaguense de 23 años-. Primero porque ganamos, y segundo porque los jugadores mostraron con son capaces de jugar en equipo; se entendían. Cada uno mantuvo su posición de una manera muy organizada y amistosa. Lo más importante es que se vio a la Selección confiada; era esa confianza que le venia faltando a los jugadores.”

Un capítulo aparte tuvo el festejo de Messi, cuando con el balón debajo de su camiseta dedicó el tanto a su novia Antonella Rocuzzo, con lo que despejó casi todas las dudas sobre su futura paternidad. Si bien hasta el momento la pareja prefirió la mesura y evitó referirse al tema, la celebración del tercer tanto argentino no hizo más que dejar en claro las cosas. Incluso durante la última semana en una conferencia de prensa, el crack de Barcelona fue consultado al respecto, pero siempre gambeteó la situación y no se pronunció sobre el tema.