Cristina exhortó a cumplir con su "responsabilidad institucional" a empresarios y trabajadores, las otras dos patas que, junto con el Estado, son los pilares de la economía, y destacó que el 73 por ciento de los créditos del Banco Nación están destinados a las empresas, y que la mora que en 2003 representaba el 29,5 de su cartera hoy se redujo al 0,45, inferior a la mora del resto del sistema bancario, que es del 1,6 por ciento.

La Presidenta atribuyó la crisis de los países desarrollados a "la locura del anarcocapitalismo, que está deshaciendo el mundo", y advirtió que "los grandes líderes internacionales deben tomar conciencia y controlar los paraísos fiscales". Al inaugurar una planta de pastas en la ciudad bonaerense de Chivilcoy, con una inversión de 20 millones de dólares y una capacidad de producción de 1800 toneladas de pastas mensuales, CFK reivindicó el sostenimiento de la demanda agregada y se preguntó porqué "los economistas que se pasean por los canales de televisión dando lecciones no le avisaron a los argentinos que en 2001 los bancos se iban a quedar con sus ahorros", y agregó que "los que les molesta a esos economistas no es esta presidenta sino el nuevo modelo de inversión y desarrollo implementado desde 2003".

Más adelante reivindicó las "políticas activas, contracíclicas, de protección de trabajo y la inversión" vigentes, y exaltó "la fortaleza del modelo" que impulsó un desendeudamiento inédito, tanto del sector público como privado, y hoy cuenta con un sistema financiero "sólido y con mucha liquidez".