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La protesta ya cuenta con el apoyo no sólo de Macri sino de la Fundación Pensar, del gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota; los dirigentes rurales Gerónimo Venegas y Eduardo Buzzi; los radicales Rodolfo Terragno, exjefe de Gabinete de la Alianza, Ricardo Gil Lavedra, Ricardo Alfonsín,y el ex candidato a presidente del FAP, Hermes Binner.

Macri ya había anticipado su adhesión a la convocatoria el sábado pasado, al afirmar que "el 8N nos representa como argentinos y como hombres libres que queremos vivir mejor, con respeto, con tolerancia y poniendo la energía en construir y no en agredir". Por su parte, el titular de la Fundación Pensar, el ministro de Desarrollo Económico porteño, Ernesto Cabrera, dijo que "apoyar una manifestación de este tipo forma parte de una democracia. No hay que quedarse callado entre votación y votación, sino que hay que participar", aunque agregó que "tenemos claro que no queremos mostrarnos capitalizando algo que pertenece a la gente".

Francisco De Narváez; la excandidata a presidenta Elisa Carrio; el legislador duhaldista Eduardo Amadeo; los macristas Laura Alonso y Federico Pinedo, y la exministra de Trabajo de Fernando de la Rúa, Patricia Bullrich, también serán de la partida. Amadeo sostuvo también por Twitter que "yo estuve junto con Bullrich y Pinedo el 13S e iremos calladitos el 8N también". Pinedo, por su parte, afirmó que "yo voy a ir porque ya fui las tres veces" (anteriores), y añadió que "me molesta que uno vive en un sistema democrático, uno elige a sus gobernantes y después los gobernantes se creen que tienen derecho para tener más poder ellos y quitarles los derechos a los demás, no".

A su turno, el cordobés De la Sota también se refirió al cacerolazo, al que consideró "una expresión lógica de la sociedad". En tanto, el "Momo" Venegas confirmó que "el 8N participaré como ciudadano y no como dirigente". Desde la patronal agropecuaria, Buzzi, de la Federación Agraria, señaló que "en 2008 hubo una solidaridad con un conflicto ajeno y una reacción de sectores urbanos contra el autoritarismo (...) y me parece que lo del 8 de noviembre va a ser muy grande. No sé si vamos a estar nosotros, pero comprendemos la irritabilidad que hay en la población".

De Narváez, mientras tanto, reveló que no irá al Obelisco pero reconoció que "mi mujer y mis hijos, sí". Alejandro Fargosi, miembro del Consejo de la Magistratura que bloquea la designación de los jueces naturales de los juzgados vacantes del fuero Civil y Comercial, que debe entender acerca de la cautelar del Grupo Clarín sobre la Ley de Medios, dijo que "es apasionante lo que está ocurriendo con el 8N", relató que "está recibiendo mails por parte de la gente para marchar ese día" y reveló que "fue el 13 y voy a ir a ésta porque el país quiere un país normal".

La vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, aseguró que en el cacerolazo de mañana la "gente saldrá a la calle para ser escuchada" y reclamó que el oficialismo nacional "tenga más apertura" ante los reclamos que se plantearán.

A su vez, el diputado del Frente para la Victoria, Facundo Moyano, hijo del titular de la CGT Azopardo, dijo compartir "algunas consignas, como la inseguridad y la inflación", pero rechazó las expresiones de "bronca contra la Presidenta". "Así como rechazo eso, rechacé las manifestaciones de algunos hombres del Gobierno que descalificaron" la protesta, indicó, porque "hay que entender que estamos en democracia y que toda la gente tiene derecho a expresar su descontento y a reclamar". En declaraciones a radio La Red, Moyano afirmó que "mi organización sindical no va a adherir de ninguna manera" a la marcha de mañana en contra del Gobierno. Resaltó que "hay consignas de bronca hacia la Presidenta, descalificaciones hacia la primera mandataria que no se pueden compartir, hay sectores que derrochan algo de odio. Eso es contraproducente en una sociedad que está en el marco democrático".