Durante su exposición, Rajoy trató de asumir la iniciativa en el tema, siendo él quien pusiera sobre la mesa los casos de corrupción antes de que lo hiciera la oposición. Con esa estrategia, el jefe de Estado anunció que modificará el Código Penal para aumentar las penas por corrupción y el tiempo de prescripción de este tipo de delitos.

Además, el hombre del PP propuso una ley para controlar las finanzas de los partidos políticos, extender la ley de transparencia a partidos, sindicatos y patronal y hacer una auditoría de la situación patrimonial de todos los cargos públicos al final de sus mandatos.

Rajoy, quien rechazó las denuncias de la oposición por el caso Bárcenas, instó al resto de los grupos políticos a que todos juntos lleguen a un "amplio acuerdo" contra esta lacra, comprometiéndose a escuchar las propuesta que quiera aportar el resto de las fuerzas parlamentarias. La corrupción es "un problema que alarma a los ciudadanos, afecta a la imagen de España y lesiona la democracia", apuntó.

Los supuestos papeles manuscritos del extesorero del PP, quien llegó a acumular en Suiza 22 millones de euros no declarados, apuntan a una presunta contabilidad paralela en el partido y al supuesto pago de sobresueldos en negro a dirigentes de la formación, pagos que todos niegan.

El nombre de Bárcenas flotó esta mañana en el Congreso de los Diputados -"ha planeado en todo su discurso", dijo la portavoz socialista Soraya Rodríguez- pero Rajoy, siguiendo la estrategia que mantiene desde que saltó el escándalo en enero, no lo pronunció en ningún momento.

"La palabra 'Bárcenas' seguimos después de semanas sin oirla de su boca. No puede escaparse de aclarar lo que tiene que aclarar", se quejó después el diputado del Partido Nacionalista Vasco (PNV) Aitor Esteban. "Sinceramente, me ha indignado".

Más allá de una intervención ante la plana mayor de su partido en la que a principios de este mes negó haber recibido dinero negro del PP, Rajoy apenas ha hablado sobre el caso de la presunta contabilidad paralela, pese a las reiteradas peticiones de la oposición y la indignación que ha desatado entre la ciudadanía.

La intervención de Rajoy en la tribuna de la Cámara baja no convenció a ninguna de las fuerzas políticas de la oposición. Alguno de los portavoces se preguntó por qué presenta propuestas que afectarán a todos cuando es su partido el que está en el ojo del huracán, y no sólo con el "caso Bárcenas", sino también con el "caso Gürtel", una de las mayores tramas de corrupción en la historia de España, en la que una red se enriqueció gracias a contratos amañados que adjudicaban dirigentes regionales y municipales del PP.

"Parece que la corrupción no va con Rajoy, que es algo ajeno a su partido, parece que se anuncian medidas ahora porque toca y no se ha oído ni una mínima disculpa", manifestó el diputado José Luis Centella, de Izquierda Plural.