Tras concurrir ayer y hoy a la capilla ardiente dispuesta para las exequias del presidente venezolano, Cristina partió esta tarde desde Caracas hacia la Argentina. En su cuenta de twitter la mandataria contó que el canciller Elías Jaua le informó que el acto protocolar para presidentes sería el viernes y que le respondió que "lo mío no es protocolar y me iré el jueves. No vine a despedir un Presidente, sino a un compañero y un amigo".

Antes, contó su reacción ante la noticia de la muerte de Chávez. "El martes pasado ni bien me avisaron lo de Hugo decidí viajar de inmediato a Caracas. Florencia me acompaña. No podía esperar. Infinita tristeza: nuestro compañero, el amigo de Argentina, había emprendido la partida. Al menos, eso creí", escribió.

Luego, narró que ya en Caracas, al ver al presidente boliviano Evo Morales acompañar al vice venezolano Nicolás Maduro al frente del cortejo fúnebre "en medio de una marea roja y tricolor", sintió ganas de estar allí, pero explicó que "el calor, mi hipotensión crónica y el médico me lo prohíben".

"No aguanto más en el hotel, voy a esperarlo a la Academia. Luego de horas finalmente llega. En la entrada, un tumulto indescriptible. Pido permiso a los soldados y subimos con mi hija a un banco de madera para verlo llegar. Cuánto dolor. Siento que me alcanzan otros momentos", manifestó la Presidenta.

Contó que durante la primera Guardia de Honor del féretro, junto a Evo, el mandatario uruguayo José Mujica y su esposa Lucía Topolansky, prefirió no mirar a Chávez. "Sólo quiero recordarlo vivo. Porque está vivo", aseguró.

"Lo compruebo definitivamente el jueves por la mañana. Cuando miles y miles comienzan a acercarse a la capilla ardiente. Niños, mujeres, hombres, jóvenes, ancianos, discapacitados, soldados, trabajadores, médicos, docentes, familias. SU VENEZUELA", remarcó. "Algunos lloran, lo saludan, muchos se cuadran, gritan que nunca morirá. Estoy allí, frente a ellos, me saludan con el puño sobre el corazón o con un beso, me llaman por mi nombre, me extienden su mano. No se necesita más para entenderse, hay un código en común", relató la mandataria para concluir que "hombres como Chávez no se mueren nunca".

"Vive y vivirá en cada venezolano y venezolana que dejó de ser invisible y se tornó protagonista. Este hombre les abrió la cabeza. Ya nadie se las podrá cerrar, jamás" manifestó Cristina. "Antes de partir me acerco y sin mirarlo toco la bandera que está sobre el féretro", narró, y reiteró que "Chávez está vivo. Para siempre".