Daniel Simons, abogado de Greenpeace Internacional, explicó que "tal como está redactado el texto de la Amnistía no incluye a los 30 (militantes verdes) del Ártico, pero se acerca bastante. La Duma sólo tendría que realizar un cambio menor en el texto e incluir a las personas acusadas de vandalismo cuyo juicio todavía no haya sido programado. Así, los 30 del Ártico podrían regresar a sus casas. Hasta la fecha, aún se enfrentan a un juicio y penas por un crimen que no han cometido, con sentencias de prisión que podrían llevarlos a años de cárcel. Desde luego, los cargos contra ellos tienen que retirarse, pero si el caso del Ártico puede terminar a través de la amnistía sería una buena noticia para las personas que ya han pasado dos meses de cárcel por defender sus creencias".

La propuesta presentada por el presidente ruso, Vladimir Putin, incluye, en el artículo 3, una amnistía para los condenados por el artículo 213 del Código Criminal (vandalismo), cargo que pesa sobre los 30 activistas del Ártico, pero no a quienes tengan causas pendientes. Según Greenpeace no está claro si la aparente omisión de los militantes del Ártico fue accidental o deliberada. Mijail Fedotov, jefe del Consejo Presidencial sobre Sociedad Civil y Derechos Humanos, recomendó originalmente una amnistía más amplia y en los últimos días expresó su confianza en que la propuesta del presidente incluyera a los activistas de la organización.

La amnistía, prevista para el 12 de diciembre, se ha retrasado, ya que la primera audiencia sobre el proyecto de ley tendrá lugar recién el 17, y todavía no se sabe cuándo se ralizará la votación final.