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Palante, de 49 años, padre de 5 hijos, se suma a la lista de víctimas fatales de esta exigente competencia. El año pasado, el piloto francés Thomas Bourgin murió en un enlace de la séptima etapa de la competencia tras chocar su moto contra un vehículo policial chileno que custodiaba a los competidores, cerca del Paso de Jama, en el límite con Chile.

De esta manera, el Dakar suma 61 víctimas fatales desde su primera realización en 1979. En las cinco ediciones disputadas en Sudamérica la tragedia no estuvo al margen.

En 2009 murió en La Pampa el motociclista francés Pascal Terry, de 49 años, de un paro cardíaco ocasionado por un edema pulmonar. En 2010 el auto conducido por el alemán Mirco Schultis salió de la ruta en Alpa Corral (Córdoba) y atropelló a un grupo de espectadores y mató a una persona.

En 2011, la Toyota que conducía el piloto argentino Eduardo Amor chocó con un rastrojero cerca de Tinogasta (Catamarca), cuyo conductor falleció poco después.

En el arranque del Dakar 2012, el motociclista Jorge Martínez Boero, hijo del campeón de Turismo Carretera de 1982, cayó en el tramo entre Necochea y Energía: un traumatismo de tórax le provocó la muerte minutos después.

En 2013, además de la muerte de Bourgin, un automóvil de asistencia del equipo angloamericano Race2Recovery protagonizó un grave accidente al chocar con un taxi, cuyo conductor y el pasajero murieron en el acto, en el que participaron también otros dos vehículos.