Con esta decisión, la infanta Cristina se convertirá en la primera integrante de la familia real española en comparecer ante la Justicia por hechos delictivos en toda la historia democrática de España. El juez instructor José Castro la había citado para el 8 de marzo próximo, pero ante la estrategia de la defensa, esa fecha se podría adelantar.

Deberá responder por delitos de blanqueo de capitales y evasión fiscal penados con hasta seis y cinco años de prisión. La defensa dirigida por Miquel Roca indicó que "discrepa totalmente" con los argumentos utilizados por el juez para imputar a la infanta, pero señaló que a ella "no tiene nada que ocultar".

Asimismo, señaló que a la imputada "no se le escapan los efectos colaterales que tendría la imposición del recurso, que se traduciría en una dilación del procedimiento, alargándose así la incómoda y, a su entender, injusta situación que se deriva para ella del presente procedimiento".

Por ese motivo, la Infanta anunció ayer que decidió "renunciar al derecho de recurso" y comparecer "voluntariamente" ante el juez en la fecha que se señale a tal efecto. El plazo para presentar el recurso vencía el miércoles, y en ningún caso se tratará de una declaración voluntaria puesto que la infanta fue llamada a declarar en calidad de imputada.