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Los manifestantes se concentraron frente al ministerio de Educación y se movilizaron a la sede del gobierno comunal, donde exigieron que se retorne al sistema manual de inscripción para resolver la situación de 4000 alumnos de más de 4 años que no fueron reubicados tras los problemas en la inscripción online.

Asimismo, presentaron un petitorio con 10.000 firmas en la que reclamaron que "ningún niño se quede sin vacante", pidieron la renuncia del ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, y exigieron que no haya "aulas container ni aulas pasillos".

En este contexto, la jueza en lo Contencioso Administrativo y Tributario porteña, Elena Liberatori, hizo lugar hoy a una medida cautelar para que cese la construcción de aulas de durlock en los pasillos del Instituto Félix Bernasconi. La magistrada dispuso en el fallo que se suspenda "inmediatamente la realización de cualquier tipo de obra que no sea de mantenimiento y preservación tanto material como de personas en el edificio" declarado patrimonio de la Ciudad.

Durante la marcha, el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Eduardo López, pidió a Bullrich que "reflexione y no deje a ningún chico sin vacante en la escuela pública". "Nosotros defendemos la decisión de las familias que quieren mandar a sus hijos a la escuela pública, pero el Estado tiene la obligación de garantizar la educación porque es un derecho social", aseveró.

Por su parte, el diputado porteño Alejandro Bodart (MST-Nueva Izquierda), confirmó que el 26 de febrero habrá una sesión especial en la Legislatura porteña para tratar la crisis educativa por la falta de vacantes. "Es un paso muy importante haber logrado que más de 20 diputados entendieran que la Legislatura no podía seguir en receso mientras miles de chicos están sin vacantes", dijo.