Desde Kiev, epicentro de las protestas que derivaron en la caída del presidente pro-ruso Victor Yanukovich y el asenso al poder al sector pro-occidental que puso en el poder a Arseni Yatseniuk pero que es liderado por Julia Timoshenko, el jefe de la diplomacia norteamericana volvió a condenar la "agresión" rusa por enviar tropas a Crimea y expresó su apoyo al actual gobierno ucraniano.

Kerry sostuvo que Rusia "está buscando crear un pretexto" para intervenir en Ucrania, subrayó que la crisis de ese país debe ser resulta por la vía diplomática y enfatizó que Estados Unidos "no quiere la confrontación. Luego anunció que la Casa Blanca está dispuesta a conceder un crédito de mil millones de dólares a Ucrania.