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El juez señaló que la causa entra en su competencia "en razón del lugar de comisión del delito" y que entre la denuncia de la apropiación y las causas instruidas en su juzgado "existe una conexidad subjetiva y objetiva evidente que sustentan también la medida aquí adoptada". En ese sentido, el documento indica que la apropiación del hijo de los detenidos desaparecidos Laura Carlotto y Oscar Montoya "tuvo como antecedente inmediato, necesario e inescindible el secuestro y privación ilegal de la libertad de su madre", en el centro clandestino de detención "La Cacha".

Según publicó el portal fiscales.gob.ar, Blanco también tomó en cuenta que la víctima denunció ante la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) que pudo saber que había sido entregado por militares de La Plata al empresario rural Francisco Aguilar, de Olavarría, quien a su vez lo dio a la pareja que lo inscribió como hijo propio.

El magistrado sostuvo también que, en el marco del plan criminal de la última dictadura, con la apropiación y "desaparición de los hijos, (los autores) se evitaban las posibles explicaciones sobre el secuestro y las torturas a las que fueron sometidas las progenitoras embarazadas".

Blanco reseñó la historia de Laura Carlotto en La Cacha en base a las pruebas recogidas en la investigación sobre ese centro clandestino de detención, cuya primera parte se encuentra actualmente en juicio oral y público, próximo a ingresar en la fase de alegatos finales. El juez recordó que Laura permaneció secuestrada allí entre diciembre de 1977 y agosto de 1978, "cuando fue trasladada" y agregó: "Ese traslado significó el homicidio".

Su cuerpo sin vida apareció el 25 de agosto de 1978 en Isidro Casanova, partido bonaerense de La Matanza, junto al de Carlos Lahitte, quien también había sido privado ilegalmente de la libertad en el mismo centro clandestino.