El titular del Palacio de Hacienda trazó una perspectiva a futuro en la que destacó el desarrollo de la explotación de hidrocarburos no convencional en Vaca Muerta, ya que "muestra la posibilidad de sostener la producción y estilo de vida de los argentinos". El ministro también valoró los recursos provenientes del agro con la pontencialidad de la tecnología de siembra directa.

En ese horizonte, Kicillof señaló que "el desafío es sostener el proceso de industrialización", tras resaltar que "entre 2003 y 2013 se logró que las exportaciones de manufacturas suban a más de un tercio del total, en medio de una reprimarización regional". El funcionario destacó que ese proceso se llevó adelante "sin ir contra el campo, porque las exportaciones agropecuarias y la superficie cultivada crecieron como nunca antes".

Respecto de los avances, el ministro subrayó que la Argentina en la última década se desendeudó como no lo hizo ninguna economía del mundo al pasar de "una proporción de 166 por ciento a 40 por ciento, en la relación entre producto interno bruto y compromisos de pago. Pero como una parte es en pesos y con el Estado --agregó--, en la actualidad, la deuda pública en dólares con privados es de apenas 8 por ciento del PIB".

Kicillof sostuvo que "hay poderes a los que no les gusta ese desendeudamiento" y aseguró que este modelo de "crecimiento con inclusión social es sinónimo de industrialización", porque el sector fabril es el que permite tener salarios formales elevados, que sustentan la demanda en el mercado interno. "La salida del reendeudamiento es la peor", apuntó y recordó que "ya la vivimos" en la década del '90, cuando se contrajo una fuerte deuda, que concluyó con ajustes de salarios públicos y jubilaciones.