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En su comparecencia conjunta, aproximadamente una hora y media después de la llegada del primer ministro griego a la Cancillería, ambos líderes insistieron en su voluntad de un diálogo constructivo y se mostraron dialogantes y hasta sonrientes, en contraste con las hostilidades de las últimas semanas entre sus respectivas filas.

Merkel resaltó la voluntad de lograr un acuerdo respecto de las reformas de Atenas, por encima de las "diferencias de opinión" existentes, mientras que el líder griego se comprometió a respetar los acuerdos europeos, en el primer encuentro de ambos mandatarios.

"Grecia tiene que volver al crecimiento y superar problemas como su alto desempleo, especialmente el desempleo juvenil, para llevar adelante las reformas a que está comprometida", afirmó la canciller alemana.

El primer ministro griego consideró que ambos países tienen que entenderse mejor, ya que no hay "otra vía que el diálogo" para superar las dificultades que pasa su país y que afectan, añadió, al conjunto de la zona euro.

En ese sentido, Tsipras reclamó a la canciller alemana un diálogo sobre el tema de las reparaciones de guerra de la época nazi, pero sostuvo que "no se tratan en primera línea de cuestiones materiales, sino de un tema moral, ético".

El líder de Syriza dejó claro que ningún miembro del gobierno en Atenas se propone confiscar patrimonio del Estado alemán en Grecia o cerrar el Instituto Goethe. "Eso es algo que pueden olvidar".

Por su parte, la mandataria insistió en la posición que su gobierno lleva repitiendo las últimas semanas: "La cuestión de las reparaciones está cerrada tanto política como jurídicamente desde el punto de vista del gobierno". Sin embargo, aseguró que Alemania se encargará de mantener este capítulo en la memoria de los ciudadanos.