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Anchézar, a quien se le atribuye haber ocultado información que surgía de las escuchas a las líneas telefónicas de la familia Kanoore Edul y haber confeccionado actas con datos falsos, declaró durante dos horas, pero advirtió que solo contestaría preguntas del tribunal, la fiscalía y su defensa. El exfuncionario sostuvo que él no tenía capacidad de análisis sobre el contenido de las "notas", tal como se refirió a aquellos documentos, e intentó deslindar responsabilidades en otros asesores que habían ingresado de su propia mano a la Secretaría de Inteligencia.

Finnen, a su vez, asistido por su defensor Carlos Daray, sostuvo que el dinero con el que se le pagó a Telleldín se lo entregó el entonces jefe de la SIDE, Hugo Anzorreguy, quien al igual que el expresidente Menem sigue el juicio como procesado por el sistema de videoconferencia.

Fuentes vinculadas al juicio señalaron que, de acuerdo con el relato de Finnen, Anzorreguy le manifestó que el dinero era para "colaborar con Galeano", instructor durante una década de la causa por el atentado registrado el 18 de julio de 1994, que provocó 85 muertos y multimillonarios daños materiales.

Finnen aclaró que creía que el dinero que le entregó a Galeano en su despacho de Comodoro Py 2002, de esta capital, era para brindar seguridad a la familia de Telleldín, a quien aseguró no conocer ni haberlo tenido como "fuente" al momento de la investigación del atentado.

El juicio por el atentado que dio origen a la causa del encubrimiento concluyó, luego de tres años de debate, con la declaración de nulidad de la causa y la absolución de todos los acusados, entre ellos el excomisario de la policía bonaerense Juan José Ribelli, quien ahora actúa como querellante.