El conservador PP de Mariano Rajoy quedó adelante las elecciones generales en España, aunque lejos de una mayoría que le permita formar gobierno sin problemas: la formación obtiene un respaldo del 28,71 por ciento y 121 de los 350 escaños del Congreso de los Diputados.

El PSOE logró el 22,05 por ciento de los votos y tendrá 92 escaños, mientras Podemos le pisa los talones con el 20,62 por ciento, pero por el sistema de reparto se queda con 69 bancas.

Estos resultados dejarían un parlamento muy fragmentado que dificultaría la formación de gobierno, ya que incluso con eventuales alianzas entre dos partidos no alcanzarían la suma necesaria de 176 diputados que dan la mayoría absoluta.