"Hoy tomamos realmente una decisión histórica para el fútbol", dijo el recién elegido presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino. El secretario general de la Federación Escocesa, Stewart Regan, advirtió de que la medida pretende ayudar a los árbitros en sus decisiones y no dar a los entrenadores oportunidades para protestar.

"No se espera lograr una exactitud del cien por ciento en las decisiones para cada incidente, sino evitar las decisiones claramente incorrectas que cambian un partido, como goles, penales, tarjetas rojas o confusión de identidades", señaló la IFAB en un comunicado.

En total, doce ligas nacionales y una confederación se presentaron como candidatos ante la IFAB para ser campo de pruebas, aunque todavía no se decidió quiénes albergarán los tests. Aún no se sabe tampoco cómo se llevarán a cabo los tests exactamente, se informó tras la reunión, aunque a diferencia de lo que se pensaba en enero, parece que sólo habrá un tipo de experimento.

En él, un árbitro asistente verá las imágenes del partido en televisión y o bien evaluará una jugada a petición del juez principal o bien le avisará en caso de que hubiera pasado algo por alto. "Lo ideal sería que el árbitro viera directamente las imágenes", dijo Jonathan Ford, de la federación galesa. Sin embargo, añadió, la tecnología todavía no lo permite.