"El uranio está siendo trasladado a las instalaciones de la empresa Dioxitek S.A. para la elaboración de dióxido de uranio en la ciudad de Córdoba", advirtió Greenpeace en un comunicado, y resaltó que el ingreso de ese material viola el artículo 26 de la Constitución porteña.

La denuncia apunta al reciente ingreso en el puerto local del buque "BBC Chile", de bandera de Antigua Barbuda, que según la advertencia de la asociación descargó nueve contenedores de "uranio natural", cuyo tránsito, al ser considerado un residuo radioactivo, está prohibido por leyes nacionales y locales.

El dióxido de uranio es la materia prima para la elaboración del combustible nuclear de las centrales atómicas de Atucha I y Embalse, sostuvo, y destacó que "la elaboración, el transporte y la tenencia de sustancias y residuos radioactivos" es penada en el artículo 36 de la Carta Magna porteña.

Al respecto, el coordinador de la campaña de Energía de Greenpeace, Juan Casavelos, declaró que "el transporte (de este tipo de componentes) por la calles es sumamente peligroso y desconoce el rechazo de la población a la energía nuclear".

Según Greenpeace, "ni la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica) ni la ARN (Autoridad Regulatoria Nuclear) tienen la voluntad de respetar restricciones locales y las violan sistemáticamente".

La ARN, que depende de Presidencia de la Nación, "es cómplice del incumplimiento de las normas que restringen el transporte de sustancias dirigidas a la actividad nuclear", agregó Casavelos.

El uranio es un elemento radiactivo que posee la particularidad de liberar energía en forma de radiación ionizante, lo que constituye un grave riesgo para la salud cuando es ingerido o inhalado.

Fuente: DYN