Viernes, 16 de junio de 2006 | Hoy
El sindicato de Hugo Moyano hizo una manifestación contra los supermercadistas chinos a raíz de la agresión, balazo de por medio, a un repartidor de bebidas. Amenazan con desabastecer.
Por Martín Piqué
Se la podría presentar como una pelea de boxeo. Eso sí, de la categoría pesados. En este rincón, los repartidores de alimentos y bebidas, afiliados al poderoso sindicato de Camioneros. En el otro, los propietarios de supermercados chinos. El conflicto tiene otra analogía con el boxeo. Como en los combates pugilísticos, la pelea tiene como trasfondo un negocio millonario: según la consultora AC Nielsen, los supermercados chinos ocupan el 35 por ciento del mercado de comercialización de alimentos. Y su participación tiende a crecer en detrimento de los hipermercados. Pero el éxito económico no implica necesariamente buenos modales. Y los camioneros, que tampoco se caracterizan por sus maneras, lo saben en carne propia. Hace quince días, un afiliado del gremio, Ariel Luque, de 29 años, fue baleado por el encargado del autoservicio Asia de Lomas de Zamora. Ayer, mil camioneros se movilizaron a la cámara que agrupa a los chinos para reclamar el esclarecimiento de la agresión.
La protesta estuvo encabezada por Pablo Moyano, hijo del titular de la CGT y miembro de la comisión directiva de Camioneros. Los trabajadores ocuparon la calle y se manifestaron frente al edificio de la Cámara de Autoservicios y Supermercados de propiedad de residentes chinos (Casrech), en Moreno 1729. Al final de la marcha, Moyano y el secretario de la rama bebidas se reunieron con los directivos de la cámara. En la charla, los camioneros exigieron el esclarecimiento de la agresión de Luque y amenazaron con recurrir a un paro parcial si el incidente no se aclara en forma definitiva. El paro consistirá en un desabastecimiento total para los supermercados y autoservicios de origen chino.
Tras la protesta de Camioneros, los supermercadistas asiáticos salieron a despegarse de la agresión a Luque. El vocero de la Casrech, Miguel Calvete, aseguró a Página/12 que el agresor trabaja como encargado de un comercio que no está asociado a la cámara. Su nombre sería Zheng Benjing, aunque no hay certeza absoluta porque entre la comunidad china es habitual la falsificación de pasaportes. El incidente entre Benjing y Luque comenzó por una discusión que es muy común entre comerciantes chinos y repartidores de bebidas: el regateo, sustracción o pequeño hurto de envases de cerveza, llenos o vacíos. “Los repartidores suelen quedarse con algunas botellas o cuando entregan una pila de cajones, hay una o dos botellas vacías. Pero algunos supermercadistas, hay que reconocerlo, muchas veces desconocen la entrega de mercadería o hacen demorar a propósito a los repartidores”, explicó Calvete.
En el caso de Luque y Benjing, la pelea fue más allá del choque cultural. Benjing y el dueño del supermercado, de apellido Bishan, se negaron a devolver los envases de recambio. Entonces comenzó una durísima discusión con Luque y su compañero Luis Gutiérrez, quienes tenían a su cargo una línea de distribución de cerveza Quilmes por los barrios de Lomas de Zamora. La pelea ganó en intensidad y se puso violenta. Bishan tomó un envase vacío y se lo partió en la cabeza a Luque. Acto seguido, Benjing tomó una pistola calibre 9 milímetros y le disparó en el pecho. El tiro le perforó un pulmón a Luque. En muy grave estado, el afiliado de Camioneros fue internado en terapia intensiva del Sanatorio Fitz Roy. Bishan fue detenido, pero el autor del disparo sigue prófugo.
Además de reclamar por justicia, los camioneros reclamaron una indemnización. “Pedimos además un resarcimiento económico para nuestro compañero herido gravemente en el pecho hace 15 días y cuya evolución favorable esperamos”, dijo el secretario adjunto del sindicato, Jorge Silva. Los supermercadistas se niegan a dar una indemnización con el argumento de que el agresor no tendría ninguna relación con la cámara. “No corresponde. El autoservicista que cometió ese acto terminal no es socio de Casrech. Igualmente nos solidarizamos con esta persona y vamos a ver qué tipo de ayuda le podemos dar”, dijo Calvete, vocero de los orientales.
El incidente de Lomas de Zamora no es el único enfrentamiento entre chinos y camioneros. Varios asiáticos fueron golpeados por repartidores de bebidas. Pero los camioneros tampoco se la llevan gratis: choferes y empleados de distribución denunciaron malos tratos y amenazas con armas de fuego de comerciantes chinos. “Tienen un exceso de armamento”, denunciaron. El vocero de los orientales reconoció que entre sus asociados hay muchas armas. “En el 2001 hubo 289 saqueos a supermercados chinos. Esto generó que muchos de ellos compraran armas para protección. Así y todo, tenemos cien robos a mano armada diarios”, argumentó Calvete. Evidentemente, la paciencia oriental es cosa del pasado.
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