En la misiva, difundida hoy por voceros de Sobisch, los padres de Fuentealba señalaron que "queremos dejar en claro que como cristianos no culpamos a nadie por lo sucedido con la vida de nuestro querido hijo el pasado 4 de abril de 2007".

"Sin duda tenemos una profunda tristeza por su desaparición física hace ya ocho meses, y nos causa mucha pena sentir que está pendiente su descanso eterno. Ojalá que nunca le toque vivir semejante ultraje, a aquellos que utilizan de todos los modos el buen nombre de Carlos", se agregó.

Asimismo, reclamaron que "necesitamos que dejen de nombrar a nuestro hijo, que nos permitan vivir el duelo de su muerte en familia, hacia adentro. Ya no queremos ver ni escuchar su nombre en ninguna propaganda pública, que sólo hace más profunda la herida y acentúa el dolor".

"Seremos nosotros, sus padres, aquellos quienes lo hemos concebido como ser humano, los que guardaremos y protegeremos su memoria, y seremos así los guardianes de su alma para que repose al lado del Señor", indicaron.

Según los padres de Fuentealba, "creemos que es la Justicia la que debe averiguar las responsabilidades de su muerte, no somos las personas las que debemos generar aún más la división y el enfrentamiento entre los neuquinos, sino que en nuestra fe en Dios daremos este primer paso para que sea esa misma Justicia la que ayude con su labor honesta y objetiva a encontrar la reconciliación entre todos".

"Por lo que hemos leído en los diarios y revistas y escuchado en los distintos medios de difusión, lamentamos y nos lastima muchísimo todo este revuelo que se ha formado y todavía sigue", continuaron.

Finalmente, pidieron "ayúdenos señor gobernador, ayúdenos a entender y a recordar a nuestro hijo, Carlos Fuentealba, y a despedirlo de nuestro lado como lo haría una familia normal. Rogamos a Dios y a la Justicia de los hombres que pronto dejen a nuestro hijo descansar en paz".