La baja de los legisladores se produce en momentos en que los medios chilenos hablan de inminentes cambios en el gabinete, desencadenados tras la renuncia la semana pasada del Ministro del Interior, el también demócrata cristiano, Belisario Velasco, informaron las agencias de noticias ANSA y DPA.

Los diputados de la DC Jaime Mulet, Alejandra Sepúlveda, Pedro Araya, Eduardo Díaz y Carlos Olivares terminaron su autoimpuesta "pausa reflexiva" y anunciaron su renuncia indeclinable al partido, tras la expulsión de la fuerza del senador Adolfo Zaldívar.

Ya a fines de 2007, Bachelet había perdido el control del Senado por la deserción de un legislador del Partido por la Democracia, una nueva evidencia de las dificultades políticas a las que suma la caída de su popularidad, y un creciente nivel de conflicto con organizaciones sindicales y mapuches.

Las dificultades políticas se contraponen a uno de los mejores años económicos para el país, con excedentes para el fisco de 25.000 millones de dólares, una balanza comercial con saldo a favor de 24.000 millones de dólares y la deuda externa pública de corto plazo que se mantuvo en cero.

Los parlamentarios renunciantes leyeron una declaración en la sala de la comisión de Constitución de la Cámara Baja, donde afirmaron que dejan la colectividad en "respuesta a las amenazas, a los chantajes y a las presiones para intentar silenciar nuestra permanente denuncia y oposición a prácticas y políticas abusivas".

La crónica de El Mercurio On Line reprodujo que Araya señaló que al interior del partido se les exigió "incondicionalidad y obsecuencia" frente a decisiones que "dañan la calidad de vida de las personas, imposibilitan el emprendimiento y asfixian a los agentes económicos más pequeños", entre otras cosas.

Con la renuncia de los diputados, que cuestionan las políticas neoliberales del gobierno, la coalición gubernamental quedó con 57 diputados de un total de 120, a los que se suman tres independientes proclives al gobierno.

En el documento también acusaron a la líder de la DC, Soledad Alvear, de haberlos "hostilizado", amparándose "en una mayoría circunstancial", y producto de su "ambición presidencial".

A través de una declaración pública, la directiva de la Democracia Cristiana puso en duda la "la lealtad con los principios y valores" del partido de los cinco diputados "colorines" que anunciaron su renuncia, informó Radio Cooperativa.

La DC recordó que el partido "en su V Congreso, realizado en el mes de octubre pasado, acordó un conjunto de propuestas para el país que cuentan con el respaldo unánime de los militantes democratacristianos y que concitan la adhesión de las grandes mayorías ciudadanas".

"Nuestra principal tarea de hoy es trabajar por el éxito del Gobierno que encabeza la Presidenta Bachelet y profundizar y difundir los acuerdos del V Congreso", recalcó la directiva, en voz de su secretario general, Moisés Valenzuela.

De acuerdo a fuentes gubernamentales, la mandataria chilena comunicó a los timoneles de los cuatro partidos de la Concertación las modificaciones ministeriales que se realizarían en las próximas horas.

Los escindidos anunciaron que crearán una bancada independiente junto a los ex PPD (Partido Por la Democracia, miembro de la Concertación) Alvaro Escobar y Esteban Valenzuela. Así, la correlación de fuerzas en la Cámara cambió radicalmente, ya que la mayoría concertacionista bajó de 61 a 56 escaños, la Alianza de derecha quedó con 55, mientras que los independientes alcanzan siete votos, los que se tornarían clave en futuras votaciones.