Martes, 10 de agosto de 2010 | Hoy
El defensor adjunto del pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Atilio Alimena, señaló que "existían denuncias de vecinos de la obra" de Mendoza al 5000 respecto a "alteraciones o molestias" que le ocasionaban los trabajos de excavación, que ayer ocasionaron el derrumbe de un edificio lindero en el que funcionaba un gimnasio.
"Teníamos denuncias respecto a alteraciones o molestias que la obra ocasionaba a fincas vecinas, casualmente en esa misma cuadra, en la que se produjo en los últimos años una explosión de obras", dijo Alimena en declaraciones realizadas a radio Continental.
Agregó que "en esa cuadra hay casa muy antiguas que se veían afectadas, como lamentablemente terminó siendo gravemente afectada esta casa donde estaba el gimnasio", y precisó que las denuncias presentadas ante la defensoría del pueblo de la ciudad eran de vecinos que vivían "a mitad y al final de la cuadra" en la que estaba la obra.
Dijo que las denuncias "se motivaban por problemas en la excavación de la obra" y sostuvo que este tipo de denuncias y situaciones son "algo casi rutinario en la ciudad de Buenos Aires en los últimos alos".
Según dijo, motiva este tipo de situaciones "el apresuramiento de los responsables" de las obras de construcción, "que no tienen en cuenta lo que pasa alrededor de las mismas ni tampoco ciertas normas de seguridad" que deberían aplicarse.
Un edificio en el que funcionaba un gimnasio se derrumbó ayer a la tarde en la calle Mendoza al 5000, del barrio de Villa Urquiza, provocando la muerte de una persona y heridas a otras 11, además de la desparición de tres personas a los que los bomberos continúan buscando entre los escombros.
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