El momento elegido para el encuentro no fue causal. Merkel y Sarkozy se proponen convencer a Medvedev que la próxima reunión de los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que en noviembre discutirá la reforma de su estrategia defensiva, que incluye la instalación de un nuevo escudo antimisiles en Europa, no es una afrenta contra Rusia. "La Guerra Fría ya pasó. Los rusos son nuestros amigos", dijo Sarkozy. "Estamos todos en el mismo bote", completó Merkel.

El encuentro tripartito servirá también para preparar la cumbre del G20 que tendrá lugar el mes próximo, cuando Francia asumirá la presidencia del grupo. "Será una presidencia muy importante, porque será la posterior a la crisis", afirmó Merkel, y añadió que su país está dispuesto a asumir las responsabilidades que le competan.

El encuentro tripartito de hoy generó cierto malestar a nivel internacional ya que no fueron invitados ni el presidente estadounidense, Barack Obama, ni la comisaria de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Catherine Ashton. Francia, Alemania y Rusia realizaron ya en 2006 un encuentro similar. "Es importante reunirse en pequeños grupos, porque ahí uno puede hablar abiertamente sobre el trabajo en conjunto", explicó Merkel.