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El público continuaba ingresando, tras hacer largas colas en las inmediaciones de la Plaza de Mayo, gritando consignas tales como "Fuerza Cristina", "Viva la Argentina y América del Sur", "No te me caigas", "Gracias por devolvernos la dignidad", "Vamos Cristina que podemos" y "La gente está con vos".

Al lado de la mandataria, permanecían su madre Ofelia y su cuñada, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. Un momento muy emotivo se vivió cuando se acercó a saludarla la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, con quien se fundió en un largo abrazo.

Carlotto le entregó un pañuelo blanco, símbolo de la lucha de las Abuelas, que enseguida la jefa de Estado colocó sobre el féretro de su marido, junto a la bandera argentina. También se acercó a saludarla la titular de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe Bonafini, a quien consoló con caricias en la esplada.

El titular de la CGT, Hugo Moyano, fue otro de los dirigentes que se acercó al atáud y conversó unos instantes con Fernández de Kirchner. Ante los gestos de apoyo y las palabras de solidaridad del público, la jefa de Estado se quebraba, agradecía con una sonrisa apretada, con la mano en el corazón o saludando.

También el hijo mayor de Kirchner recibía muestras de afecto de militantes que pasaban por delante del féretro de su padre.