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“Queremos profundizar la vinculación de la facultad con la población.” El decano de la Facultad de Ciencias Exactas (UBA), Jorge Aliaga, acaba de asumir su segundo mandato al frente de la unidad académica. Ante su renovada gestión, Aliaga explicó que una de sus prioridades serán “los proyectos de extensión que apuntan a atender y tratar problemas concretos de la sociedad” en los próximos cuatro años, además de la “ampliación de espacio físico para laboratorios, oficinas y aulas”. El presupuesto de la facultad continúa generando tensión entre la unidad académica y el rectorado de la casa de estudios.

“En los últimos cinco años incorporamos cerca de 250 investigadores, por lo tanto tenemos un problema de falta de oficinas y laboratorios muy grande y a esto se suma que en 40 años tampoco hubo una inversión para mantener los edificios”, dijo a Página/12 el decano Aliaga, marcando uno de los principales problemas que piensa abordar en su segunda gestión al frente de la facultad. “El punto al que queremos apuntar fuertemente es a la ampliación de nuevos espacios en el Pabellón I (de Ciudad Universitaria). El equipamiento no está entre las prioridades, en este momento tenemos un fuerte déficit en el espacio físico”, precisó, y puntualizó que “la ventaja de la gestión en la facultad es que los últimos veinte años se ha logrado mantener un proyecto, y así se puede trabajar sobre lo que ya se estuvo construyendo”.

El pedido de un mayor financiamiento también es una constante en la facultad. Aliaga llegó a debatir públicamente con el rector Ruben Hallu por el modelo de universidad, a partir de la distribución de recursos dentro de la UBA. “El reparto de los fondos por cantidad de estudiantes es un error. Exactas no es la facultad más populosa, pero representa cerca del 10 por ciento de la investigación que se genera en el país y, para mantener una educación de calidad, tenemos una mayor inversión en insumos y equipamiento”, señaló el físico, mostrando la diferencia con carreras más profesionalistas, como las de Ciencias Económicas o Derecho, que tienen mayor número de alumnos, pero su gasto se concentra en “tizas y pizarrón”.

El decano afirmó que “en el área académica las cosas están encaminadas: en Exactas, por tradición, todos los cargos están concursados y no hay docentes ad honorem. Siempre va a haber cosas por resolver, como la actualización de las carreras, pero hace falta tiempo porque genera tensión hacia adentro de la comunidad académica”. Actualmente, la facultad dispuso un proceso de información y discusión entre los alumnos sobre la acreditación de carreras en la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau), a la que se opone el centro de estudiantes. Entre el 10 y el 14 de mayo se hará una consulta de carácter obligatorio para saber la opinión de los claustros sobre la acreditación de las carreras.

El área de extensión es otra de las prioridades para el decano. El objetivo es desarrollar proyectos que “utilicen conocimientos de la facultad, sus alumnos y sus graduados” para “resolver problemas concretos de la población”. Exactas con la Sociedad es el nombre del proyecto que ya tuvo dos convocatorias y este año se realizará la tercera. “Un ejemplo que ya está en marcha es el programa de ayuda a una comunidad wichi en el Chaco que tenía problemas con el agua. Una vez detectadas las causas se diseñaron los filtros necesarios y, además, se les enseñó a construirlos de manera que también pudieran armar una pequeña empresa que fabrique los filtros y los puedan llevar a otras comunidades.” Aliaga explicó que con el proyecto “se está tomando un problema de la sociedad concreto y acercamos las herramientas para resolverlo”.

El otro proyecto destacado que se buscará profundizar es Incubacén, una incubadora de empresas de base tecnológica. “Se trata de diseñar las formas en que el conocimiento que se va generando en la facultad se pueda transformar en una pequeña empresa, que se radique en el país y que dé trabajo, asesorando a los graduados o estudiantes a llevar adelante un proyecto que aparece como una idea.” La articulación con el proceso de desarrollo que atraviesa el país para fortalecerlo “es un punto en el que la facultad puede hacer una contribución que tienda a una distribución mejor de la riqueza con mejores salarios”.