UNIVERSIDAD
Fractura y denuncias en Medicina después de la Operación Cristal
Una reestructuración de la facultad causó una crisis en la conducción, acusaciones de clientelismo político, renuncias y cesantías.
Por Javier Lorca
La conducción de la Facultad de Medicina entró en crisis al aplicarse una reestructuración administrativa, bautizada “Operación Cristal” por sus impulsores. Las acusaciones cruzadas denuncian “política prebendaria”, por un lado, y un acuerdo con los grupos adeptos al ex decano menemista Luis Ferreira, por el otro. La fractura dejó en un grupo a la mayoría de estudiantes, parte de los graduados y la minoría docente. En el otro rincón quedaron la mayoría de los profesores y parte de los egresados. Esto ocurrió mientras fueron eliminadas tres secretarías y dados de baja varios funcionarios. Además, en medio del conflicto, renunció el secretario de Hacienda, cuestionado. El vicedecano Sergio Provenzano dijo a este diario que sólo se trata de “un reacomodamiento transitorio de las alianzas internas, habituales en una institución democrática”.
A fin del año pasado estuvieron todos de acuerdo en votar la reelección del decano Salomón Muchnik y, hace pocas semanas, en apoyar en forma unánime al nuevo rector de la universidad, Guillermo Jaim Etcheverry. Pero en los últimos días estallaron las diferencias en el gobierno de la facultad donde estudian más de 22 mil alumnos. El conflicto explotó con una reforma de la estructura interna de la facultad, aprobada esta semana en la sesión del lunes del consejo directivo. Tres secretarías fueron disueltas: las de Educación Médica, Relaciones Institucionales y Relaciones Internacionales, cuyas incumbencias pasaron a depender de una Secretaría de Docentes, Graduados y Relaciones con la Comunidad, creada en la misma reunión. A la vez, se dio de baja a varios asalariados.
La reforma fue impulsada y aprobada en el consejo directivo por los nueve votos de los consejeros estudiantes (un independiente de ENU y tres de QRS, agrupación que se escindió de Franja Morada), dos graduados y los tres profesores por la minoría. Los estudiantes y uno de los egresados integraban –junto a la mayoría docente– el bloque mayoritario que sustentaba la gestión del decano Salomón Muchnik, con 11 o 12 votos. Ese es el bloque que se rompió, el mismo que le había ganado la pulseada al ex decano Ferreira. Ahora, los cinco profesores de la mayoría quedaron solos con dos graduados.
“Al proyecto de reestructuración lo llamamos Operación Cristal, porque lo que queremos es transparentar la administración, revisar todos los contratos y convenios”, definió Efraín Benzaquén, secretario de Extensión y Bienestar Estudiantil, ex dirigente de Franja y hoy de QRS. “Tenemos un conflicto con el grupo de graduados que viene de Franja Morada. Son gente con una concepción prebendaria de hacer política –denunció, antes de aclarar que él cumple su función ad honorem–. Ahora conseguimos apoyo en el consejo para desmontar la estructura prebendaria que se estaba armando.”
Un funcionario que prefirió que su nombre no fuera publicado retrucó: “Los estudiantes se aliaron con los profesores ferreiristas y ahora tienen mayoría en el consejo directivo. Con la reforma en las secretarías se desató una caza de brujas en la facultad. Quieren cambiar todo el organigrama y los no docentes están muy alarmados. El decano me dijo que no sabe si sigue”. Los estudiantes negaron cualquier vínculo con los acólitos de Ferreira. “El que encabeza a los profesores de minoría es Alfredo Buzzi, que fue nuestro candidato a decano en oposición a Ferreira. En lo metodológico ellos son los que están cerca de Ferreira, tienen los mismos mecanismos prebendarios”, disparó Benzaquén.
Desde la mayoría de profesores, el vicedecano Sergio Provenzano, en diálogo con Página/12, le bajó la tensión al enfrentamiento. “Hubo un reacomodamiento transitorio de las alianzas internas. Son cambios que no afectan ni al decano, ni al vicedecano, ni al funcionamiento de la facultad –dijo–. Más allá de la situación política, las reformas aprobadas están destinadas a resolver problemas y aprovechar mejor los recursos.” Y respondió a las denuncias: “En la Facultad de Medicina no haypartidocracia. Hemos alejado de la facultad la política partidaria. La disputa se debió a que había gente contratada cumpliendo funciones que, para algunos, no eran de gran utilidad. El decano dio de baja a cinco personas contratadas”. Al margen de esas cesantías, también renunció el secretario de Hacienda, Luis Mingolla, cuando era cuestionado por el nuevo bloque de mayoría. En su lugar fue nombrado Agustín García Sanz.