EL PAíS › LA CAMARA DISPUESTA A DEJAR EN LIBERTAD A CAVALLO
Mingo se va de su corralito
La decisión puede conocerse hoy. Todo indica que determinará que el ex megaministro no fue partícipe necesario sino secundario en la venta ilegal de armas. Seguirá bajo proceso, pero en su casa.
Por Adriana Meyer
Ayer a la tarde, cuando la versión sobre la liberación de Domingo Cavallo hervía en radio-pasillo y en los teléfonos celulares del entorno del ex ministro de Economía, su esposa Sonia Abrazian puso champagne a enfriar. La Cámara en lo Penal Económico daría a conocer hoy una resolución en la que considerará que su responsabilidad en la causa por la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador es inferior a la que estableció el juez Julio Speroni y así el ex ministro saldrá de la cárcel, para alegría de las personalidades internacionales del ámbito académico y de las finanzas que durante los estos dos meses bregaron por su regreso al ruedo. Al decidir sobre la apelación a su procesamiento, los jueces Carlos Pizzateli, Marcos Grabivker y Roberto Hornos indicarían que Cavallo no fue partícipe necesario sino secundario en la maniobra de contrabando agravado de armas, y de ese modo le abrirán la celda del Escuadrón de Gendarmería en Campo de Mayo. Hace un año iba preso en esta causa el ex presidente Carlos Menem, hoy ya libre y en campaña.
“Estamos esperando un acto de justicia”, sentenció Eduardo Oderigo, defensor del creador de la convertibilidad. Durante su encierro, el ex ministro cosechó adhesiones de variada índole tales como una solicitada aparecida en el New York Times en la que 70 personalidades pedían su liberación, entre ellas cinco premios Nobel. Y esta semana manifestaron lo mismo 30 economistas de la Sorbona. Cavallo no se privó de lagrimear con la visita de la actriz Tita Merello, empezó a estudiar derecho para defenderse, y llegó a pensar en dejar la política y abandonar el país. Pero tras el primer impacto, se permitió opinar sobre el desempeño económico del gobierno. “No está ansioso porque sabe que lo razonable es que lo liberen”, comentó a Página/12 uno de sus allegados, tratando de minimizar la expectativa generada por la inminente decisión judicial.
Cavallo había sido convocado a declarar en indagatoria el 9 de abril en la causa que investiga el contrabando de armas durante el gobierno menemista. Pero su ansiedad por acudir a la reunión de la Trilateral Commission en Washington tuvo como respuesta el adelantamiento de la audiencia por parte del juzgado de Speroni para el 3 de abril. No sospechaba que saldría esposado de Tribunales. Cavallo fue acusado de ser partícipe necesario de contrabando, agravado por tratarse de material bélico y por haber sido cometido cuando era funcionario público. Esa figura tiene una pena mínima que, en principio, impide la excarcelación. Y sus bienes fueron embargados en casi un millón de pesos.
El magistrado llegó a la conclusión de que Cavallo no pudo ignorar la maniobra. El peso de la imputación está en su condición de ex ministro de Economía y como tal responsable de la Aduana. Speroni resaltó que el gobierno de Carlos Menem incluyó en los decretos la orden para que ese organismo no verificara los contenedores en los que sacaron el armamento del país, y cuestionó la autorización al pago de reintegros millonarios sobre un material que no fue verificado por el carácter secreto de la operación. El juez descartó todos los argumentos con los que el ex superministro se había defendido, incluso aquel por el cual adujo que firmó los decretos porque la venta era “compatible” con la “revolución productiva” propugnada por Menem. Los decretos cuestionados autorizaron la venta de 6500 toneladas de armas a destinos legales como Venezuela, pero los cargamentos fueron desviados ilegalmente a Croacia y Ecuador, países sobre los que pesaban embargos internacionales.
Aunque Speroni le había dictado en septiembre la falta de mérito, tras indagarlo por otros hechos del sumario, decidió volver a citarlo porque se le sumaron imputaciones tras la acumulación de las causas, cuando la Cámara de Casación Penal decidió que se quedaran en ese juzgado los expedientes que tenían los jueces en lo penal económico Marcelo Aguinsky y en lo criminal federal Jorge Urso. Este último magistrado fue quien ordenóhace un año el encarcelamiento de Menem, pero cinco meses más tarde un fallo de la Corte Suprema sobre la situación de Emir Yoma en la misma causa lo benefició posibilitando su liberación. El voluminoso expediente, que resume la investigación de uno de los casos más resonantes de corrupción de la administración menemista, cuenta con más de medio centenar de ex funcionarios imputados.
Ayer trascendió que Pizzateli, Grabivker y Hornos, que vienen rechazando los planteos del imputado Menem, tenían “casi terminada” la resolución sobre la apelación del ex ministro al procesamiento con prisión preventiva que le dictó Speroni. Si bien se manejaron con hermetismo, fuentes judiciales coincidieron en que será excarcelado y llegará libre a un futuro juicio oral. Los camaristas dejaron trascender que la dificultad para analizar la situación de Cavallo residía en que era la primera vez que llegaba a sus escritorios algo referido al padre del corralito. De hecho, para Urso nunca hubo elementos suficientes para acusarlo.