Viernes, 16 de febrero de 2007 | Hoy
UNIVERSIDAD › OPINION
Por Pedro Sanllorenti *
Durante la década del ’90 la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu) incluyó entre sus reivindicaciones el derecho al perfeccionamiento gratuito. El acuerdo alcanzado con el CIN en 1998 fue incluido en el decreto 1470/98 y establece que las universidades adoptarán todas las medidas para ofrecer gratuitamente los estudios para todo su personal docente, y que se comprometen a celebrar entre sí convenios que permitan ir generalizando en el conjunto del sistema universitario nacional el principio de gratuidad consagrado.
Si bien este acuerdo se mantiene vigente, no han sido muchas las acciones realizadas para garantizar este derecho, siendo la más común, aunque no muy difundida, la fijación de cupos de becas que permiten sortear parcial o totalmente los aranceles fijados para cursos y/o posgrados. Por el contrario, desde que en los ’90 el Ministerio de Educación emitió el Régimen Laboral Docente –nunca aplicado–, que preveía que aun para ser docente auxiliar se requería el título de doctor, se generó el clima propicio y el disciplinamiento necesario para que proliferaran posgrados con altos aranceles cuyos principales clientes fueron los docentes universitarios.
En la Universidad de Mar del Plata existe desde 1999 un exitoso Programa de Formación y Capacitación Docente, que permite demostrar que no sólo es necesaria la capacitación, sino que es muy apreciada, posible y... barata. Esta experiencia ha sido compilada en un libro que puede consultarse por Internet (en www.adum.org.ar). Lo original del programa reside en que, mediante un acuerdo paritario celebrado entre el gremio docente local y la universidad, se fijó un fondo anual con distribución por facultades que sólo puede ser utilizado mediante la emisión de ordenanzas de Consejos Académicos, que cumplan con los requisitos de los cursos de posgrado, pero que en su formulación contemplen todos los gastos, incluyendo honorarios de quienes dictan el curso, pasajes y estadía de docentes externos y el material bibliográfico que recibirán los docentes, para quienes el curso deberá resultar totalmente gratuito. En los seis años que lleva el programa se han dictado más de 150 cursos, más de la mitad de los docentes de la universidad se ha capacitado, algunos de manera reiterada, se han desarrollado numerosos cursos en contenidos o áreas de vacancia, se abarcaron tanto problemáticas pedagógicas imprescindibles para mejorar la calidad de la enseñanza como cuestiones específicas de las distintas disciplinas, todos los actuales estudiantes y egresados han participado de actividades académicas influidas por el programa, se han comprado equipos audiovisuales, se han construido y equipado dos aulas, se han fortalecido simultáneamente la carrera docente y las áreas de investigación y extensión. La recopilación de la tarea realizada ha permitido, además, fundamentar de manera apropiada la reciente inclusión del tema en actas acuerdo que permitirá contar con dos millones de pesos durante 2007, destinados a un programa similar para todo el sistema universitario.
* Secretario general de ADUM y adjunto de Conadu.
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