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“Hubo pedidos de arancelamiento universitario por parte de BID y el Banco Mundial. Pero nos opusimos.” En medio de los reclamos y la inquietud de estudiantes, docentes y rectores por la deuda presupuestaria con el sistema universitario, la ministra de Educación, Graciela Giannettasio, admitió en diálogo con Página/12 la repetida presión de los organismos internacionales por instrumentar un pago a cambio de la educación superior. Y afirmó que se logró borrar de todos los documentos que la incluían la palabrita “arancel”. También aseguró que no habrá recorte presupuestario.
“En las diversas negociaciones con los organismos multilaterales de crédito aparece de manera recurrente el pedido del arancelamiento universitario”, detalló Giannettasio a este diario. “No ocurrió en las últimas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, pero sí en las que se mantuvo con el BID y el Banco Mundial. Este ministerio se manifestó en contra y, con el apoyo del ministro (de Economía, Roberto) Lavagna, se logró hacer desaparecer de todos los documentos toda mención al arancel.”
Giannettasio hizo estas declaraciones ayer, después de participar de un plenario del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), en la Universidad de La Matanza, donde se reunieron todos los rectores de universidades nacionales. Allí, las autoridades académicas tomaron la posta del reclamo por el presupuesto iniciado un día antes por estudiantes y docentes.
Con un presupuesto anual de 1800 millones de pesos, las universidades nacionales están recibiendo al día las partidas destinadas a salarios, pero sufren una mora unos ocho meses en las dirigidas a gastos de funcionamiento. Para la cartera educativa, la deuda de 2002 suma 21 millones. Para los gremios docentes y federaciones estudiantiles, contando la subejecución de los últimos períodos, trepa hasta 300 millones.
Del plenario participó el rector de la UBA, Guillermo Jaim Etcheverry, quien en la reunión del Consejo Superior de la universidad disparó: “El presupuesto de esta universidad es irrisorio... El porcentaje del PBI que destina la Argentina para el financiamiento de su educación universitaria está en los niveles de la vergüenza”. Ayer, el primero en expresar los temores por la eventual transformación de la actual deuda en un recorte de hecho para fin de año fue el rector de la Universidad de Córdoba, Jorge González. Advirtió que harán falta más recursos para afrontar la devolución del 13 por ciento de los salarios recortados y alertó sobre la necesidad de aumentar los fondos públicos para el próximo año. El rector de la universidad más antigua del país estimó que, de extenderse la actual subejecución, para diciembre se quedaría debiendo el 15 por ciento del presupuesto.
“No hay posibilidades de que eso ocurra. El presupuesto va a ser ejecutado en su totalidad”, respondió Giannettasio. “Hoy mismo se transfirieron unos 18 millones correspondientes a la cuota de julioagosto, con lo que estamos un 14 por ciento encima de lo ejecutado a esta altura del año pasado.” Después de los números, rectores y ministra coincidieron en la necesidad de definir un proyecto de Nación desde las universidades y de abrir un debate sobre la gestión universitaria, la articulación del sistema y la mejora de la calidad.
Los reclamos universitarios habían empezado un día antes. Con una marcha hasta el Ministerio de Educación, los estudiantes concretaron el miércoles la primera protesta del sector contra el actual Gobierno. El reclamo siguió esa noche, con los alumnos acampando en carpas frente al Palacio Pizzurno. Y terminó en la madrugada de ayer, cuando los estudiantes fueron recibidos por el secretario de Políticas Universitarias, Juan Carlos Pugliese. “Nos firmó un escrito donde se reconoce la deuda con las universidades y se compromete a girar la totalidad del presupuesto este año”, contó Inés Iglesias, presidenta de la Federación Universitaria de La Plata. El texto rubricado por Pugliese reitera que se irá cubriendo ladeuda con pagos semanales. Pasadas las dos de la mañana, bajo la lluvia, los estudiantes de Buenos Aires (FUBA) y La Plata levantaron campamento. “Logramos el primer objetivo. Ahora vamos a impulsar la inclusión de los universitarios en planes sociales”, agregó Iglesias.