Los problemas de infraestructura que sufre la Universidad de Buenos Aires volvieron a aflorar durante este mes y el pasado en diversas facultades, particularmente en la Facultad de Medicina, con laboratorios y otras áreas sin gas, cortado por la empresa proveedora tras la detección de dificultades en la red de distribución. “Es urgente y perentorio que la UBA consiga respuestas específicas para la crisis coyuntural y alternativas de mediano y largo plazo para atender con eficacia la problemática de fondo”, advirtió el titular del gremio de los no docentes de la universidad (Apuba), Jorge Anró, para quien las mejoras salariales de los últimos años no han sido acompañadas por inversiones dirigidas a sostener el funcionamiento de las universidades nacionales. Los trabajadores reclaman poder cumplir con sus tareas “en las adecuadas condiciones de seguridad y resguardo de su integridad”.