–¿Qué contenido tiene para la FUBA la reclamada “democratización de la universidad”?

J.P.R.: –El contenido es defender la universidad pública y separar de la orientación de la UBA a un grupo minoritario que pretende seguir llevándola al desmantelamiento. Hoy si un alumno de Odontología quiere saber hacer un implante tiene que pagar un posgrado de 40 mil pesos. En Veterinarias, aunque parezca chistoso, ¡los alumnos no saben lo que es una tortuga! Para eso tienen que hacer un posgrado en animales exóticos. ¿Cómo puede ser? Una de las razones es que la mayoría de la UBA no puede participar del gobierno. Por eso proponemos un plebiscito donde todos voten cuál es el futuro que quieren para la universidad.

M.D.: –A la comunidad universitaria le preocupan los salarios docentes, los ad honorem, el deterioro académico, las condiciones edilicias, pero todo eso parece no tener relevancia para quienes gobiernan. Tampoco se cuestionan la orientación social de la UBA. Hay miles de hijos de trabajadores que no tienen posibilidades de entrar. Además hoy son las empresas privadas las que orientan qué se investiga para después patentar y usufructuar los resultados.

M.B.: –En la UBA hay 656 profesores titulares que toman decisiones por más de 350 mil estudiantes, 30 mil docentes y 10 mil no docentes. Las clases dominantes se han dado un mecanismo para garantizarse el control de la universidad.