Conocí al personaje (al inmenso personaje) que inspira al “jubilador” de este cuento futbolero en la Asociación Cultural y Deportiva Barkojba, cuyos equipos de fútbol compiten en el torneo de Faccma o de la Federación Argentina de Centros Comunitarios Macabeos (el torneo de los moishes, para que se entienda) y en donde de chico supe jugar en la siempre ingrata y para mi breve estatura especialmente improbable posición de arquero. No voy a dar su nombre real porque creo que no me lo acuerdo y porque temo que si lo hago venga a jubilarme en persona, si es que no perdió las agallas (y no creo que las haya perdido, porque era la suma de todas ellas). Igual nada de lo que se dice de él en el cuento es verdad, salvo él, que es de las personas más verdaderas que conocí en aquel club. Lo que parece una caricaturización es poco más que una caracterización; Bobby, el verdadero Bobby, ya venía caricaturizado de fábrica.

Su versión literaria nació en realidad en medio de una novela que escribí hace tiempo y en la que Bobby expone también sus facetas de político barrial y proxeneta, dos actividades en las que se desenvuelve con igual nobleza de intenciones y apego a las leyes. Su historia era una de cinco, creo que la última que empecé a escribir, y la que terminó arrollando a las otras y marcando (o manchando) el tono del libro todo. Con Bobby descubrí un humor sarcástico, tal vez incluso revulsivo, que hasta entonces no me conocía, y en el que desde entonces caigo de vez en cuando, aun cuando no lo busque. No sé cómo será leerlo, pero escribirlo es casi tan placentero y liberador como ir de cuerpo, si se me permite una imagen que Bobby no desaprobaría para ninguna actividad placentera de la vida.

De capítulo de novela, esta pequeña escena pasó a formar uno de los once cuentos de temática futbolera incluidos en el libro Ganar es de perdedores, que salió en 2009 por la definitivamente jubilada editorial Norma (Bobby estaría feliz, supongo, de saber que aportó lo suyo al hundimiento de una casa editora). Su idea de un campeonato de fútbol en donde sólo participen jugadores que fueron expulsados del campeonato oficial me sigue pareciendo bastante viable.