Quería compartir mi preocupación por lo que está pasando en el CCGSM. Es un espacio al que le tengo especial afecto: hice radio en varias oportunidades en ese edificio, actué en sus salas, dirigí para la primera edición de Teatro por la Identidad. Vi también en sus salas espectáculos de vanguardia. Era como el patio de atrás del San Martín, en donde había libertad y no había presión para que las cosas fueran de una manera canónica. Hace algunos años tenía que hacer un trámite en el edificio, subí por las escaleras y vi el estado de dejadez en que estaba el centro cultural. Me invadió una enorme tristeza al ver esos espacios tan grandes, tan generosos, esperando que alguien los administre como corresponde. En una ciudad tan importante, el CCGSM debería ser una antena receptora de nuevas tendencias, un lugar para valorar las expresiones que no entran en otros teatros o salones más ortodoxos. Todo era dejadez, pero en el sexto piso había un grupo de personas que estaba asistiendo a una charla de filosofía, mientras en el teatro se armaba la puesta de lo que iba a pasar a la noche. En ese piso todo era color, había instalaciones, gente trabajando y muy dispuesta a recibir propuestas para ofrecer ese hermoso teatro, que tenía una grilla de espectáculos muy nutrida y variada. A esa gente que le infundía vida al espacio la balearon el otro día. Creo que política es que alguien te vote para que uno pueda proponer y hacer algo. Si hay alguien que no está de acuerdo con lo que el ganador propone, se discute hasta llegar a un acuerdo. No que al que no está de acuerdo se le pega, se lo hambrea, se lo mata. Esa es la manera dictatorial de hacer política, matar al oponente en vez de dialogar. El conflicto por ese espacio ya lleva demasiado tiempo y una parte de los interesados están ahí esperando que otra parte vaya a dialogar, a hacer política, y lo que hicieron hasta ahora es pegar, amenazar, disparar, encerrar.

Martín Salazar
DNI 18.000.456